En Cáceres apenas nacen 8 niños por cada 1.000 habitantes (en concreto 7,91). Es la octava provincia con menor tasa bruta de natalidad, y además nunca había descendido tanto desde que en 1975 comenzaran a medirse estos datos (por entonces nacían 13 niños por cada mil habitantes). Paralelamente, la tasa de bodas (civiles y religiosas) ha caído también a su índice más bajo, con 3 enlaces por mil habitantes, lo que sitúa a Cáceres en los puestos más bajos del país (43 del total de 52 provincias). Pero además, y dado que la población está envejecida, los fallecimientos superan a los nacimientos (10,2 frente a 7,9) y por tanto el saldo vegetativo en Cáceres es negativo, dicho de otro modo, la población tiende a decrecer, marcando el cuarto dato más negativo desde los años setenta (-1,9). Once provincias arrojan peor saldo, y el resto lo tienen mejor.

Así lo revelan los últimos indicadores demográficos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), relativos al periodo julio 2009-junio 2010. En ellos se radiografía la sociedad al detalle: partos, edad media a la que se tiene el primer hijo, defunciones, esperanza de vida... A grandes rasgos, este análisis revela el descenso de la natalidad y de los enlaces en todo el país, más acusado en Cáceres debido a que buena parte de la población ya no tiene edad para concebir hijos y por tanto hay menos jóvenes, y también menos bodas, y a su vez menos partos. Se trata de una especie de círculo vicioso, sea por causas demográficas o también económicas (rentas, crisis...). La mortalidad, en cambio, está por encima de la media española precisamente por el mayor número de ancianos.

DESCENSO CONTINUO Los datos son evidentes. En el último periodo estudiado, Cáceres tiene 7,91 nacidos por cada 1.000 habitantes, la proporción más baja desde 1975 (antes no hay datos disponibles en el registro público del INE). El descenso ha sido continuo en los últimos años salvo ligeras excepciones, pero la provincia nunca había bajado de la tasa de 8 nacimiento. En España, en cambio, la natalidad ha vuelto a crecer desde 1997, a excepción de los dos últimos ejercicios, y el país mantiene una media de 10,5 nacidos por cada mil habitantes, 3 más que Cáceres.

Por provincias, siete registran datos más bajos: Zamora (6), Ourense (6,2), Lugo (6,4), Palencia (7,04), León (7,1), Asturias (7,4) y Salamanca (7,4). En la parte alta están Melilla (18,2), Ceuta (16), Murcia (12,6), Guadalajara (12,6), Girona (12,3), Almería (12,1) Sevilla (12) o Toledo (11,9). Son, curiosamente, provincias con elevada inmigración o cercanas a grandes núcleos españoles de gran atracción para los extranjeros, que suelen tener más hijos.

"En el conjunto de España, la tasa de natalidad es mantenida en buena parte por la población inmigrante. Como en Extremadura esta población tiene mucho menor peso demográfico (apenas un 3%), también influye menos", explica Jesús Moreno, sociólogo, autor de varias publicaciones, profesor y sacerdote.

JOVENES QUE EMIGRAN A su juicio, el hecho de que se esté produciendo "una nueva emigración de extremeños jóvenes también incide en que haya una baja tasa de natalidad. Se marchan a otras provincias en busca de oportunidades, especialmente los titulados", señala.

Además, al igual que en el resto del país, "ha influido la incorporación de la mujer al empleo, el retraso en la edad de tener hijos y las dificultades de la crianza derivadas de los cambios sociales", subraya. Con todo, el factor fundamental del descenso de la tasa de nacimientos en Cáceres es, según el experto, "su estructura demográfica muy envejecida, de modo que los nacidos resultan poco significativos al calcularlos por cada mil habitantes".

Con la tasa bruta de mortalidad pasa justo al contrario. En Cáceres ha ido incrementándose poco a poco en las últimas décadas, con máximas en 2003 y 2005, para descender después levemente y situarse en 10,3 defunciones por cada mil habitantes en el periodo analizado (julio 20909-junio 2010). En el resto del país la tendencia es similar, pero hay menos fallecimientos, en concreto 8,3. "Este hecho también viene motivado por tratarse de una provincia con numerosa población de avanzada edad", precisa Jesús Moreno.

Cáceres se sitúa en la parte media-alta de la tabla nacional, ya que otras 14 provincias contabilizan más muertes, entre ellas Ourense (14,5), Lugo (14,5), Zamora (13,2) o Soria (12,5). La menor mortalidad está en Las Palmas (5,2), Melilla (5,7), Tenerife (6,4), Almería (6,6), Madrid (6,6) o Murcia (6,9), de nuevo las provincias con más nacimientos y en muchos casos con mayor inmigración (las muertes son proporcionalmente menores).

Con estos datos se deduce que el saldo vegetativo en la provincia se torna negativo (-1,94) al haber más defunciones que nacimientos, y por tanto la población de Cáceres se reduce. Hasta el año 1994 venía siendo positivo, pero desde 1995 se invirtió la tendencia, que no ha vuelto a recuperarse. Incluso el último dato conocido, correspondiente a 2009, supone al cuarto peor registro desde 1975.

Cáceres tampoco es una excepción en este aspecto. Otras 11 provincias tienen saldo negativo como Lugo (-7,8), Ourense (-7,5), Zamora (-7,4), Palencia (-4,8) o León (-4,4), pero el resto van creciendo, especialmente las zonas con más tasa de nacimientos e inmigración: Melilla (12), Ceuta (8,2), Guadalajara (5,8), Murcia (5,6), Madrid (5,5) o Sevilla (4,9).

BODAS A LA BAJA Los enlaces están en su peor momento desde que existen registros en el INE. Si en 1975 había 5,2 enlaces por cada mil habitantes en Cáceres, durante el último periodo analizado han caído hasta 3. En este caso también es cierto que las cifras se han reducido en toda España, y la media nacional se sitúa en 3,7, su peor registro histórico. Aun así, Cáceres ocupa la parte más baja del ranking provincial, solo por encima de Cuenca (2,7), Ourense (2,7), Las Palmas (2,7), Zamora (2,7), Soria (2,9), Teruel (2,9), Palencia (3) y Lugo (3).

Hay otros datos tan curiosos como reveladores. Por ejemplo, la edad media a la que se contrae matrimonio en Cáceres es ya muy alta: 32 años (las mujeres a los 31 y los hombres a los 33). En cualquier caso, la media española se ha elevado todavía más: 33 años (las mujeres a los 31 y los hombres a los 35).

"Al retrasarse la edad de los contrayentes, también se va demorando la maternidad y por lógica se tienen menos hijos, todo está relacionado", explica el sociólogo. "En cualquier caso, cada vez hay más personas que llevan una vida de pareja organizada, con hijos, pero que no se casan y por tanto no aparecen en las cifras del INE. También hay que buscar en ello el descenso de los matrimonios", indica.