Una ola de incendios castigaron ayer la capital cacereña y sus alrededores en la peor jornada de siniestros registrada desde que comenzó el verano. Los bomberos tuvieron que realizar más de 20 salidas y se vieron desbordados ante la coincidencia de un gran número a mediodía.

Fue el caso de La Mejostilla donde los vecinos, ante la cercanía del fuego, sacaron sus mangueras y colaboraron en las tareas de extinción. El retraso de los bomberos que, en ese momento atendían otros avisos, provocaron momentos de tensión entre los residentes.

Según informó el Sepei, el resto de incendios afectaron a zonas de pastos de Aldea Moret, San Blas, Nuevo Cáceres y avenida de la Bondad. Durante la mañana, efectivos de los bomberos también tuvieron que acudir a La Cervera, Los Castellanos, Las Capellanías, el Cerro de los Pinos, alrededores del cementerio y de Renfe, y Moctezuma.

DOCE HORAS DE LLAMAS Pero no sólo los incendios azotaron la ciudad. En Alcuéscar efectivos del Plan Infoex extinguieron uno en el que ardieron 500 hectáreas de pasto y 100 entre las Capellanías y Malpartida, controlado en la tarde de ayer.

Pero el más grave tuvo como escenario los Llanos de Cáceres, en la carretera de Torrejón el Rubio, a unos seis kilómetros de la ciudad, que se inició a las once de la mañana. A las once de la noche seguía activo y se extendía hacia Sierra de Fuentes. La Guardia Civil tuvo que cortar al tráfico la N-521 (Cáceres-Madrid), según informó la Subdelegación del Gobierno. La circulación se desvió por carreteras secundarias a través de Sierra de Fuentes y Plasenzuela. Al cierre de esta edición no se había determinado la superficie quemada.

En Badajoz ardieron 250 hectáreas de monte bajo y dehesa en Medina de Torres y Villar del Rey, ambos controlados.