Cuando el pasado mes de julio se anunció el cierre de la sucursal del Banco de España, el alcalde empezó a hablar del hecho diferenciador de la ciudad como capital de provincia. No es la única diferencia, desde hace unas semanas el gobierno local también reclama que en el reparto de fondos del Estado se valore que Cáceres es el municipio español más grande. Detrás de estas reclamaciones hay una llamada de atención para que Cáceres no pierda peso como centro de prestación de servicios y como ciudad.

Al cierre de la sucursal del banco le puede seguir el de la base militar de Santa Ana. El futuro de las instalaciones del Cimov ha sido una de las cuestiones que han capitalizado el debate político durante el año que termina, y será un asunto del que se seguirá hablando en el 2003, lo mismo que de la revisión del plan general de urbanismo, de la que saldrá la nueva configuración de una ciudad donde en pocos años se han creado más de una decena de nuevos polígonos residenciales con dotaciones que incrementan el coste de los servicios que presta el ayuntamiento. La ordenación de la movida, la construcción del nuevo hospital o el tráfico, con la restricción de la circulación en la parte antigua y las rondas norte y este, también serán otros de los argumentos del debate político en un año con elecciones. La cita con las urnas será el 25 de mayo.

Con tantas viviendas en fase de ejecución, más de cinco mil en nuevos polígonos, ¿considera necesario revisar ahora el Plan General de Ordenación Urbana?

--Por contactos que he mantenido con entidades y asociaciones, considero que la ciudad todavía puede absorber una mayor oferta de vivienda. Se necesita más suelo de todo tipo. La revisión es necesaria para que se haga una oferta adecuada a las necesidades actuales de la ciudad.

Un aumento de la oferta de vivienda nueva no está estabilizando los precios, y Cáceres no está siendo una excepción.

--Una revisión que permita un desarrollo urbanístico de nuevo suelo, abaratará el precio del suelo. Sacar más suelo, no tiene por qué encarecerlo.

¿Cómo afectará la revisión del plan a la Montaña?, ¿qué proyecto tiene para esa zona?

--Uno de los problemas del plan actual es que hay condicionamientos de protección medioambiental que afectan, y así debe ser, al crecimiento de Cáceres en determinados sectores. Tengo la esperanza de que el equipo técnico al que se adjudique la redacción de la revisión del plan recoja las mejores ideas para que haya un equilibrio adecuado entre la vida moderna y la protección del medio ambiente.

La expansión urbana conlleva aumento de servicios e incremento de tasas. Usted presenta como un logro que Cáceres es una de las ciudades con menor presión fiscal, pero las tasas sí suben.

--Es un incremento controlado, con unos niveles bajos y ajustados al IPC. Es como en nuestra casa, cuantos más servicios necesitemos, más ingresos hay que producir, y el ayuntamiento no tiene más ingresos que los procedentes del Estado o las tasas que paga el ciudadano y con las que se cubre una parte de lo que cuestan los servicios públicos.

Pero la tasa del agua ha subido este año por encima del IPC.

--Estamos controlando esos incrementos. Tenga en cuenta que es difícil mantener una presión fiscal baja, y al mismo tiempo haber realizado en siete años inversiones superiores a veinte mil millones de pesetas. Un alcalde político tiene que ser un gestor, y esa gestión lleva como consecuencia una presión fiscal baja y tasas controladas. Hasta ahora hemos creído conveniente resistir con esa presión fiscal, que es dinero que no pedimos a los cacereños. ¿Eso será siempre así?, no lo sé, aunque mientras podamos seguir con la gestión de los últimos siete años, podrá ser.

El ayuntamiento ha concertado este año una operación de crédito de seis millones de euros para financiar inversiones, ¿se recurrirá de nuevo al endeudamiento para sufragar las inversiones del 2003?

--Probablemente, pero espero que sea lo menos posible. Cáceres no tiene agotado su límite legal de endeudamiento. Cuando se cuadre el presupuesto y sepamos la incidencia de la supresión del IAE, entonces se decidirá teniendo en cuenta la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

¿De qué categoría debería ser el nuevo hospital?

--El pleno de la corporación municipal acordó solicitar un hospital de referencia cuatro. Cáceres tiene unos hechos diferenciales que hay que respetar, y uno de ellos es ser capital de provincia, por tanto es un foco de emanación de servicios, también sanitarios. Cáceres necesita un hospital de referencia cuatro, similar al Infanta Cristina de Badajoz. La única excepción que debe haber es que el centro de Badajoz es clínico porque está la facultad. También hemos solicitado dos nuevos centros de salud, uno en La Mejostilla, y ya me confirmó el consejero hace unos días que lo iban a incluir (en el presupuesto), y otro en la zona del Nuevo Cáceres. La referencia de Cáceres como capital de provincia no se puede perder.

Las elecciones son el 25 de mayo, ¿presentará como un logro de su gestión el control en el cumplimiento de los horarios de los locales nocturno?

--Me parece que no tengo que presentar nada en ese sentido. Al ayuntamiento no le corresponde en exclusiva el control de los horarios. La Junta pone los horarios desde 1996, y antes era el Ministerio del Interior.

Es un contrasentido que los bares cierren a las dos de la noche y abran cuatro horas después. ¿Por qué había tan pocos establecimientos con licencia de bar especial?

--Tenían la licencia que habían solicitado, la mayoría se dieron antes de 1996, y ahora se están revisando. Es ridículo cerrar a las dos y abrir cuatro horas después, y espero que la nueva ley reconduzca esta situación.

¿Cuántas propuestas le han presentado después del verano para la apertura de discotecas?

--Ninguna.

La repercusión de la ronda norte no será tanta como se espera porque Hernán Cortés y Virgen de Guadalupe son vías que siempre tendrán mucha circulación, ¿qué previsiones tienen sobre la incidencia de la ronda en el tráfico?

--Tendrá una incidencia inmediata, aunque sólo sea por el tráfico pesado, que ya no transitará por Hernán Cortés.