Los cacereños están bastante concienciados de la necesidad de seleccionar los residuos, porque no es lo mismo tirar un tetrabrik que un periódico, una camiseta, un ordenador averiado, el aceite de la cocina o el viejo sofá. Las cifras así lo indican. De los 2,8 millones de kilos de residuos reciclados en 2005 se pasó a 4,5 millones en 2009 y a 6 millones en 2010. A ello ha contribuido la sensibilidad ciudadana pero también el aumento de la recogida selectiva, ya que Conyser retira hasta diez tipos distintos de materiales, cada uno con sus contenedores, vehículos y destino final. Los últimos en incluirse han sido aceite, ropa y calzado, y aparatos eléctricos y electrónicos, con resultados que sorprenden.

"Cáceres es el municipio extremeño que más recicla, pero todavía se mantiene por debajo de la media nacional, a distancia de las ciudades del norte". Así lo explica Jesús María Morán, director de operaciones de Conyser, que ha facilitado a este diario los datos detallados del 2010, un año en el que se reciclaron 63 kilos por habitante, casi el doble de los 37 estimados en 2006.

En total, Cáceres generó 36,2 millones de kilos de basura durante 2010. La gran mayoría, 30 millones, fueron residuos urbanos genéricos, es decir, arrojados a los 1.550 contenedores tradicionales repartidos por las calles. En el ecoparque se separan grosso modo los que pueden reciclarse y también el material orgánico, que se transforma en abono. El resto se embala y se entierra.

Por detrás se situaron los residuos voluminosos, que sumaron 2,4 millones de kilos. Se trata de viejos enseres, muebles y restos de poda que los ciudadanos dejan en grandes depósitos verdes habilitados en las calles o bien en las paradas normales de contenedores, por donde pasa todos los días un vehículo específico.

Les siguen el papel y el cartón con 1,7 millones de kilos, "cifra que la ciudad debe mejorar", señala el director de operaciones. Conyser incorporará 43 nuevos contenedores azules de carga lateral (actualmente hay 300).

El ranking continúa con los envases, con 1,1 millones de kilos. La Junta acaba de conceder la instalación de otros 117 contenedores amarillos de carga lateral, que sumarán un total de 205 unidades de 3.200 litros de capacidad, más 750 de 1.100 litros. "Los nuevos permiten un sistema más limpio y rápido, y se reduce su volumen en las calles", explica Jesús María Morán.

A continuación se sitúa el vidrio, con 631.750 kilos. Conyser impulsará una nueva campaña con Ecovidrio para incentivar el reciclaje en los bares del casco viejo. Le siguen los residuos metálicos (estanterías, bicicletas, cabeceros, somieres...), con 75.800 kilos. Conyser los retira de las paradas de contenedores y los traslada a las chatarrerías.

El aceite lleva poco más de un año recogiéndose en 43 contenedores específicos, que ya sumaron el pasado año más de 30.000 litros. El reciclaje de ropa y calzado también han registrado "una cifra espectacular, con 24.000 kilos en dos meses", detalla Morán. Las prendas aprovechables se lavan, planchan y venden en mercados generalmente africanos.

Del mismo modo ha comenzado con buen pie la recogida de residuos eléctricos y electrónicos (21.709 kilos), que resultan muy tóxicos y contaminantes, tales como lavadoras, frigoríficos, casettes, ordenadores.... Se depositan en el punto limpio de Capellanías, en el punto limpio móvil y en la propia sede de Conyser.

El último lugar lo ocupan las pilas (4.680 kilos). Las unidades recicladas, que siguen en aumento, se trasladan a Sevilla para su especial tratamiento.