Vuelven las obras al casco antiguo cacereño. La ampliación de uno de los pocos espacios de hostelería situados intramuros ya está en marcha. Se trata de la cafetería ‘Jardín de Ulloa’, ubicada en la plaza de San Jorge, que ha comenzado a adaptar los dos locales que faltaban por añadir al establecimiento, inaugurado en 2015.

Esta cafetería ocupa los pequeños inmuebles municipales que existían en San Jorge. La explotación corre a cargo de la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballesteros (MCCB) por diez años prorrogables cinco más, tras ganar el concurso público que convocó el consistorio. Remodeló y unificó el espacio, y es la encargada de la nueva ampliación sobre los dos locales que han estado ocupados por una tienda de recuerdos durante 49 años. La negativa de la arrendataria a marcharse, tras finalizar el plazo del alquiler municipal en 2014, la llevó a litigar en los tribunales contra el ayuntamiento a lo largo de cinco años, hasta que el Tribunal Supremo emitió en marzo de 2019 un auto en el que inadmitía el recurso de casación de la comerciante. La tienda ya había sido desalojada en septiembre de 2018.

La nueva ampliación forma parte del proyecto diseñado por el estudio de arquitectura de Manuel Herrero, que busca la integración del espacio hostelero con el entorno monumental a través de materiales nobles como madera, hierro o cuero, todo artesanal. La nueva obra tendrá un periodo corto de ejecución, pero fuentes de la fundación explican que la situación sanitaria está retrasando los trabajos, de modo que no hay plazos.

Mientras dure la reforma, la cafetería permanecerá cerrada para reabrir con todo su espacio ya a punto y con la decena de empleados que alcanza en verano, siempre que la crisis sanitaria lo permita. Todos los beneficios de este espacio se invierten en nuevas propuestas culturales para la ciudad a través de la fundación.

La creación de la cafetería ha permitido poner en valor los jardines de Cristina de Ulloa, propiedad de la Junta, que pueden visitarse de forma independiente.