La Cámara de Comercio de Cáceres ha remitido cartas a los ayuntamientos de la provincia para demandarles más control de la venta ambulante ilegal que se practica de forma sistemática en los municipios, según se abordó en la última reunión de la comisión de Comercio Interior de la Cámara.

La institución empresarial sostiene que en los últimos meses se han multiplicado las quejas de los comerciantes por este motivo, sin embargo los ayuntamientos "desoyen" las llamadas de atención que se les hace y "chocan, casi sin excepción, con una frustrante pasividad por parte de las corporaciones locales", dice textualmente una nota remitida a los medios de comunicación.

DEJADEZ El Ayuntamiento de Cáceres es de los pocos que han contestado a las cartas enviadas por la Cámara, según fuentes de este organismo. Sin embargo, la respuesta tampoco satisface demasiado, ya que aunque se informa de que el consistorio vigila y controla en la medida de lo posible, el problema persiste.

Las formas de transigencia con la venta ambulante ilegal son muy diversas, aunque las más "flagrantes", a juicio de la Cámara, son las de instalar puestos de venta en días y lugares no autorizados o colocar puestos sin permisos en los propios mercadillos. Ambos casos se dan en la capital, aunque el ayuntamiento levanta asiduamente estos puestos ilegales.

La Cámara pide que, además de levantar los puestos, se retire la licencia a quien incumpla la normativa, como el realquiler de los espacios en mercadillos. "Las denuncias de la Cámara para que se levanten los puestos ilegales y se decomisen las mercancías no sirven de nada si el ayuntamiento no tiene una intención clara de actuar y no cursa las órdenes oportunas", se lamenta la institución.

Desde la Cámara se cree que la "preocupante" situación de la venta ambulante no se debe sólo a la "dejadez" de los alcaldes, sino también a "actuaciones municipales desfasadas e impropias de este siglo". "La falta en muchos de una ordenanza adaptada al momento actual, hace que se mantengan en muchos sitios dos días de mercadillo, cuando nadie recuerda ya las razones de desabastecimiento que motivaron su fijación", explica la Cámara en la nota.