Las cifras que a continuación se detallan tienen nombres y apellidos. Responden al drama que no cesa y las puso ayer en el foco Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres. El 15 de mayo de 2020 el Observatorio de esta institución realizó un estudio que resultaba ciertamente alarmante: en solo mes y medio de confinamiento se había atendido al 63% de todas las personas asistidas en 2019 y el 34% de las familias que acudían a Cáritas lo hacían por primera vez.

El 15 de diciembre este Observatorio realiza otro informe de la situación, analizando en esta ocasión solo una muestra representativa de todas las acogidas de las Cáritas Parroquiales, constatando que la tendencia alcista de las atenciones durante el periodo de confinamiento ha sufrido un receso, aunque continúa siendo elevada ya que hasta el 15 de noviembre se ha atendido al 40% más de personas que en todo el 2019.

En cuanto a las familias que por primera vez solicitan atención sigue estando por encima del 30%, lo que muestra la realidad tan sangrante a la que se están enfrentando muchas personas en nuestra ciudad. Y es que, «a pesar de las ayudas gubernamentales puestas en marcha, no están llegando con la necesaria celeridad a los hogares», dijo ayer la organización en un comunicado.

En cuanto a los perfiles, continúa la misma tendencia: familias jóvenes con menores a cargo, siendo el 25% familias monoparentales. El 37% de los hogares atendidos por Cáritas no cuentan con ningún tipo de ingresos.

En el 55% de los servicios de acogida parroquiales ha habido un aumento de las demandas de ayuda, destacando aquellas que tienen que ver con cubrir necesidades básicas como la alimentación, asesoramiento en temas de extranjería, mascarillas y geles hidroalcohólicos, apoyo emocional, y temas relacionados con la brecha digital tanto en ayudas técnicas (conectividad) como la formación en nuevas tecnologías.

Extrema pobreza

Extrema pobrezaEl objetivo es estar cerca de los que sufren de manera especialmente dura la extrema pobreza. Cáritas Diocesana fija de nuevo la mirada en las personas sin hogar a las que esta pandemia no ha hecho más que agravar su situación, de por sí ya dura. Están sin hogar, literalmente en la calle. Las situaciones de confinamiento o toque de queda se antojan difíciles de cumplir cuando no se tiene una vivienda en la que cumplirlas.

Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres estuvo al frente de la gestión del Dispositivo de Emergencia Socio Sanitaria puesto en marcha durante el confinamiento y que cerró el 20 de septiembre. En noviembre, adelantó la fecha de apertura del Centro de Emergencia Social, previsto dentro del Protocolo de Ola de Frío, ampliando tanto su horario como el número de plazas disponibles con respecto al de años anteriores.