Sentirse vigilado por cámaras de seguridad tranquiliza más que asusta o preocupa. El proyecto del colectivo de comerciantes de Cáceres de instalar un sistema de televigilancia, con 10 cámaras distribuidas entre las calles Moret, Pintores y San Pedro, parece contar con más partidarios que detractores a pesar de su controvertida legalidad, según un somero sondeo que realizó ayer EL PERIODICO entre algunos de los comerciantes, empresarios, clientes y vecinos de la zona.

"Si sirve para que no se destroce el mobiliario o se pinten las paredes, a mí no me importa que me graben", dice convencido Guillermo Ruiz, un estudiante de Filología Hispánica atraido a la zona comercial por las rebajas.

Entre escaparate y escaparate, incluso en estos mismos, se deja ver una y otra vez la huella de los pintaparedes . Firmas ininteligibles en rojo, negro, azul y al ácido sobre los cristales, o frases de cierta inspiración social o reivindicativa ensucian casi cada centímetro de estas calles.

"Algo hay que hacer"

Marta Paniagua, una de las comerciantes históricas de la zona, asegura que, en 45 años que lleva regentando su zapatería de la calle Moret, estas calles están viviendo hoy una de sus "peores" épocas, cuando precisamente "más turismos tenemos". "Cáceres es una ciudad muy bonita y nunca había visto tantos turistas. Mientras que en otras ciudades los centros comerciales históricos van a más, aquí vamos a menos, con tiendas y calles como cuevas. Llega a quemarte", dice desolada mientras señala los rastros de las pintadas que hasta hace unos días rodeaban sus escaparates. No han conseguido eliminarlas del todo.

"Esto era todo negro y hasta 67 veces nos han roto aquel escaparate", apunta su hijo José. Por eso, ambos opinan que "algo hay que hacer porque no hay derecho a tener la zona así y, si no se pueden tener policías, habrá que poner cámaras".

Los testimonios a favor del sistema de televigilancia se suceden entre los comerciantes y empresarios consultados. Pocas voces discrepan, y entre ellas destaca la del propietario del hotel Don José, en el número 28 de la calle Pintores. Como vecino de la zona --vive en el mismo portal-- no tiene inconveniente en que se vigile y grabe el tránsito de la calle o incluso su portal. Sin embargo, reconoce que en su negocio puede perjudicarle. "Para un hotel es diferente. Puede haber gente que no desee ser filmada por una cámara cuando entra o sale", afirma.

Controversia

Precisamente la confidencialidad de las imágenes que se recogerían, el uso de las mismas o el respeto a la intimidad de las personas son algunas de las cuestiones más controvertidas de la medida. Mari Angeles Costa, gerente de la Asociación de Empresarios del Comercio (Aeca), que promueve este proyecto en el futuro centro comercial abierto de Pintores, reconocía hace unos días que la "ley es muy restrictiva" en estos aspectos, por lo que se estudiará minuciosamente los lugares donde se ubicarían cada uno de los equipos. "Por ejemplo, no se grabarían portales o viviendas", explica Costa.