TDtesde que a finales de marzo del 2012 se conociera que el Cefot 1, de Cáceres, quedaba en una situación de medio cierre por los recortazos del Gobierno del PP, han sido muchas las circunstancias en las que la intervención de la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, que, además, es senadora, ha demostrado su interés por el asunto. Así, el 5 de marzo del 2012, antes de que se conociera la precaria situación del centro, Elena Nevado se había reunido con la subsecretaria de Defensa. A nadie que tenga algo de idea se le escapa que ya aquel día la subsecretaria algo avanzaría del asunto. Pero la alcaldesa dijo que la visita era de cortesía. Por la información recibida, gracias, Elena.

Cuando el asunto de Cefot revienta en la prensa, la alcaldesa propicia que se constituya (o se reconstituya) la Plataforma pro Cefot y, cuando se celebra la primera reunión (sin saber si iba a existir la tal plataforma) ya tiene el ayuntamiento encargada una pancarta, o varias, y abiertas cuentas de Twitter y Facebook. Plataforma, redes sociales y pancartas, por encargo de Elena Nevado, alcaldesa y senadora en defensa propia. Por la previsión organizada, gracias, Elena.

Cuando se debaten los Presupuestos Generales del Estado en el Senado y el Gobierno Popular determina que en el 2013 no habrá oferta de empleo público para plazas de tropa, "materia prima" para el funcionamiento del Cefot (y todo indica que no, salvo milagro militar, nunca político), la alcaldesa, que el día 8 de diciembre había presidido ufana la celebración de la patrona del Cefot, el 11 de diciembre votó dos veces contra la continuidad del centro militar. Ella lo negó, pero los documentos del Senado la desmienten. Por la coherencia y por la sumisión al Partido y en contra de los intereses de Cáceres, gracias, Elena.

Cuando desde su condición de alcaldesa tiene que tomar decisiones, como la de recortar el déficit del servicio de autobuses urbanos, no tiene ninguna duda, y, tal y como había anunciado no se sabe aconsejada por quién, ofrece buenas noticias para el Cefot. En pocos días, decía. Y, efectivamente, dentro de su coherencia y su decidida acción política por la continuidad del centro, ella, porque lo vale, decide cercenar el servicio de autobuses urbanos con el campamento de Santa Ana. Las buenas noticias de Elena Nevado. Por tu sensibilidad y por la obtención de buenas noticias, gracias, Elena.

Ah, y sobre los autobuses, hay una cuestión meridianamente clara: No puede decidirse sobre el servicio de autobuses urbanos de una ciudad desde el asiento de atrás de un Audi oficial, ni con informes de nadie que sepa que para subir al autobús urbano hay que esperar a que el conductor abra la puerta. Está claro que a la alcaldesa y senadora el Cefot le da igual. Si esperaba buenas noticias, es decir, que vengan nuevos alumnos militares a la ciudad, ella misma se desmiente porque, vamos a ver, ¿no sabe que todas esas cosas se saben en Madrid y que hay alguien apuntando y poniendo crucecitas? Pues ella, Elena Nevado, ella sola ha clavado una enorme cruz en el laberinto en que se encuentra el Cefot cargándose el transporte público. Gracias por todo, Elena, gracias.

*El autor de este artículo es el cacereño Francisco Hurtado Sánchez.