La Asociación ‘Qué Bonita es la vida’ la organizó, la promovió a través de las redes sociales y cerca de 200 cacereños no fallaron. Una comitiva partió ayer, algo pasadas las 18.00 horas, de la explanada de la casa de la cultura de Moctezuma para recordar a María José Ojeda Pavón, la joven de 23 años que fue atropellada mortalmente el pasado viernes, 18 de noviembre, mientras cruzaba un paso de peatones en la Avenida de la Hispanidad. A la silenciosa manifestación no faltaron amigos, familiares y tampoco miembros de ‘Al Compás’, la asociación a la que pertenecía María José y con la que trabajaba en una lavandería en Malpartida de Cáceres.

«Queremos solidarizarnos con María José y con su familia y pedir que la vía de la Hispanidad se pacifique», afirmó Pedro, miembro del colectivo organizador y uno de los que presidió la manifestación silenciosa. La policía cortó el tráfico en determinados trechos para un mejor funcionamiento de la marcha. Varias personas portaron pancartas y lazos negros y también se dejaron ver algunas lágrimas. «Hemos venido a recordarla y a dar visibilidad al problema para que no ocurra más. Hay que hacer algo porque ya van muchos atropellos», explicó Teresa Muñoz, que acudió a la concentración junto a su hija Lorena, compañera de María José en la asociación Al Compás.

«Queremos que el ayuntamiento ponga más semáforos, un radar y que todo el mundo respete el límite de velocidad», afirmó Pedro. La comitiva recorrió diversas calles hasta rodear a la rotonda de la estación de autobuses algo pasadas las 18.30 horas. Allí, al llegar al punto del accidente, depositaron un gran ramo de flores y un mural con fotos y rezaron un Padre Nuestro. Después, se despidieron del lugar del siniestro con un «te queremos María José. Siempre nos acordaremos de ti».

«El Ayuntamiento tiene que convocar a los ciudadanos y a los vecinos, a las asociaciones interesadas, como la nuestra, y comenzar a aplicar una serie de medidas», exigió Pedro, que también indicó que pedirán, durante los próximos días, reunirse con responsables municipales para proponerles una reunión a tal respecto. La idea la refrendaron varias personas durante la marcha. «Tienen que podar los setos, arreglar muchos pasos de peatones de la ciudad y también las señalizaciones. Tragedias como éstas no pueden volver a suceder», propusieron.

La manifestación concluyó instantes después y, excepto los aplausos al recordad a la víctima con una sincera oración, reinó el silencio hasta en los instantes finales. Sólo palabras de recuerdo y maldita resignación. «Hay que concienciar a los ciudadanos y a los conductores y ponerse duros con la ley», manifestó, por último, Pedro.