César Laguna lleva una década participando en acciones asociativas juveniles y solo tiene 25 años. Se inició siendo un adolescente con una campaña en contra de la privatización del agua, en la región nicaragüense de Chinandega, conocida popularmente como el granero del país por la intensa actividad agrícola que se desarrolla en la planicie de sus tierras. Ahora enseña a otros jóvenes a comprometerse y ayer pasó por Cáceres de la mano de Intermón Oxfam, para contar su experiencia a los residentes del Colegio Mayor Francisco de Sande.

--Es uno de los diez jóvenes elegidos por Intermón por su implicación en colectivos sociales.

--Trabajo en dos organizaciones, una de ellos un club de voluntarios en el que les mostramos las herramientas para que ellos dirijan temas de juventud y sean parte del proceso de cambio de su propia vida. Lo primero que les enseñamos es que ellos tienen que cambiar internamente para poder ayudar a otra gente. Lo hacemos a través de campamentos educativos y cuando están formados les ponemos en contacto con otras organizaciones.

--¿Cual es el objeto de esta conferencia en Cáceres?

--Que los jóvenes españoles conozcan cómo trabajan los jóvenes de los países del América del Sur, para promover el cambio social que buscamos y necesitamos para romper la actual dinámica del mundo.

--Antes has pasado por otras ciudades como Cuenca o Guadalajara ¿Qué sensaciones se lleva del nivel de compromiso de los jóvenes?

--No conozco profundamente la actividad juvenil en España, pero por lo que he visto hasta ahora están muy dormidos. Necesitan que los despierten y darse cuenta de que el mundo no es solo el que ellos viven, en el que en cuestiones de educación y recursos económicos lo tienen todo y tienen todas las facilidades. En Nicaragua no hay una enseñanza pública, por lo que solo estudia quien tiene recursos.

--¿Necesitan entonces recibir un toque de atención?

--Claro. Y los jóvenes universitarios necesitamos que se involucren porque son jóvenes que más adelante podrán dirigir una institución. Necesitamos que estén sensibilizados con el planeta y sus problemas para que actúen.

--Cambiar el mundo parace una aspiración utópica

--Pero es posible. Y se hace posible con cada paso que damos bien firme hacia adelante. Y los jóvenes solos la llave de ese cambio.

--¿ Y últimamente hacia dónde se han dado más pasos?

--Hacia adelante. El último importante por ejemplo en Nicaragua ha sido lograr que los políticos se den cuenta que los jóvenes somos parte de un proceso muy grande de desarrollo.

--¿Y cómo se logra?

--Rompiendo el actual ´adultismo´. Que los adultos dejen de pensar que a los jóvenes solo les interesa estar de fiesta.