La primera vez que se celebró la Marcha por la Paz en la capital cacereña fue en el año 2001, después del atentado contra las Torres Gemelas en Estados Unidos. Entonces los jóvenes que pertenecían a la parroquia de Guadalupe decidieron unirse para poner en marcha un movimiento que reivindicara que la religión no es la causante de estas masacres terroristas. Aquel año solo participó la religión católica, pero poco a poco se fueron uniendo otras comunidades religiosas de la ciudad y de la región. Este año la marcha tendrá lugar el próximo sábado (17 de diciembre) y en ella participarán las parroquias de Nuestra Señora de Guadalupe, Espíritu Santo y Sagrada Familia, además de la Comunidad Islámica de Cáceres, las Iglesias Evangélicas Españolas de Mérida y Miajadas y las comunidades Bahá’i y Budista de Extremadura.

La marcha saldrá a las 17.30 horas de la estatua de Gabriel y Galán, en el paseo de Cánovas. Recorrerá toda la avenida de España hasta volver al Quiosco de la Música, donde se leerá un manifiesto en el que se resaltarán las ideas del manifiesto por la paz que se desarrolló en el 30 aniversario del ‘Espíritu de Asís’, que conmemoró el encuentro de Juan Pablo II con todos los líderes religiosos en Asís. El objetivo no es otro que dejar claro que la religión nunca puede ser la justificación de los actos de terrorismo. En la presentación de esta iniciativa, que tuvo lugar ayer, estuvieron presentes los atentados contra la catedral cristiana copta de El Cairo (Egipto). «Solo se me ocurre decir que ninguna religión tiene que ser motivo de violencia», dijo el pastor de la iglesia evangélica, Mariano Arellano. Aunque reconoció que la religión «ha ayudado siempre a los fundamentalismos» por eso, añadió, «tenemos que transmitir la idea de que cada uno tiene derecho a existir y que podemos convivir juntos».

El lema de este año es ‘Caminamos juntos con la luz de la paz’, que simboliza, según explicó la secretaria de la comunidad Bahá’i en Extremadura, María Cañas, la necesidad de unidad que se ha empezado a formar en todos los países del mundo. La marcha, organizada por la delegación de Relaciones Interconfesionales de la diócesis, espera reunir a unas mil personas. SIRA RUMBO