Las proyecciones sobre el crecimiento demográfico de la ciudad se han convertido en el primer escollo que se encuentra el nuevo plan general de urbanismo en su camino para su aprobación definitiva. Las dudas de la Junta se sustentarían, por lo dicho hasta ahora, en lo que se recoge en la aprobación inicial del plan, cuando se proyectaba una ciudad con capacidad para 86.051 viviendas, que en caso de hacerse todas daría una población de 325.746 habitantes.

Era una planificación a muy largo plazo (mínimo 50 años) y que no iba a ser una realidad porque para ello había que desarrollar todo el suelo urbanizable, y eso, por ejemplo, ni siquiera pasa con el plan en vigor desde 1999, ya que si no habría viviendas al otro lado de la estación de trenes, entre Castellanos y Las Capellanías y cerca de la cantera de Olleta, y esas reservas de suelo urbanizable, de muy baja densidad residencial, no se han desarrollado.

El debate parte de una cifra irreal, a la que no se va a llegar, y que llevó a una nueva exposición de las proyecciones en el documento que el pasado mayo se remitió a la Junta para su aprobación definitiva. En ese documento se hace una planificación a 15 años, el Cáceres del 2022, y con dos posibilidades: 123.000 o 143.000 habitantes. Para esta proyección y en base a otras necesidades no demográficas (como ofrecer suelo urbanizable suficiente en distintas zonas de la ciudad) hay programados unos 22.000 pisos en nuevos suelos urbanizables, que serían los que se podrían hacer en los próximos quince años, además hay otros 3.000 en suelos urbanos (en el casco o en los bordes de la ciudad actual). La cifra de 25.000 viviendas, aun siendo todavía excesiva, se acerca a lo que es el desarrollo actual de la ciudad con los suelos urbanizables del plan en vigor y las urbanizaciones de la Ley del Kilómetro.

El problema es qué va a ocurrir con las otras 40.000 viviendas que el plan planifica, lo cual no significa que obligatoriamente se deban hacer, pero sí hay una recalificación de un terreno que pasa a ser urbanizable. Aunque el consistorio tenga la potestad de aprobar o no las consultas de viabilidad de las urbanizaciones de estos 40.000 pisos y todo dependa de la gestión que realice, siempre habrá una presión y una posibilidad de que se desarrollen estas reservas de suelo (equiparables a urbanizables no programados) y que aparezcan núcleos residenciales aislados.

Los sistemas generales

Luego hay un elemento nuevo introducido por la Junta al cuestionar la obtención por el ayuntamiento de amplios espacios en la Montaña y la Sierrilla. Esto incide en la planificación que de las nuevas zonas urbanizables hace el plan. Por ejemplo, una de las primeras áreas de expansión de la ciudad son los terrenos entre Casa Plata y Charca Musia y el ferial. Su aprovechamiento medio es similar al de las urbanizaciones ahora en ejecución, pero su tamaño, su potencial de viviendas (7.153) y su densidad es mayor y en eso incide la obtención por el ayuntamiento de terrenos en la Montaña, la Sierrilla y en otras zonas, lo mismo que incide en que haya tanto suelo urbanizable. La duda que se plantea no es en sí que el suelo se obtenga, ya que pasará a ser público, sino cómo se mantiene por el consistorio tanto suelo que ahora, en el caso de Montaña y Sierrilla, ya está protegido por el plan en vigor. No obstante, todo este suelo no es solo para una nueva zona verde, parte del mismo es para infraestructuras, como la ronda este en su paso por la Montaña.

En cuanto a las proyecciones de población hay otras cantidades a analizar, como las que hacen todos los años los departamentos de informática y estadística del consistorio, que en su análisis del 2006 daba, partiendo de los datos de la población que está empadronada, que Cáceres tendría 107.559 habitantes en el 2020, muy por debajo de la previsión del plan, pero es algo que no es nuevo, ya que el plan en vigor realizó proyecciones por encima de los datos de población que se han dado.

Las dudas de la Junta, que ha insistido en que no se pretende paralizar el nuevo plan, fueron contestadas ayer por el PP, que defendió que el plan está completo y cuenta con los informes necesarios, además de defender la obtención de suelo en la Montaña para casa de campo.