El censo de licencias empresariales facilitado por la Cámara de Comercio e Industria de Cáceres revela que la capital ha experimentado un notable aumento de 1.200 negocios en los últimos cinco años, es decir, desde los 6.184 contabilizados en el 2003 hasta los 7.383 registrados en el 2007. Se trata de un incremento porcentual de casi el 20%, calificado como "una buena cifra de crecimiento" por el propio secretario general de la Cámara, Teófilo Amores, "porque a más empresas, más puestos de trabajo", explica. La relación por sectores evidencia que Cáceres sigue sustentada en sus tres grandes motores: comercio, construcción y hostelería, que suponen el 56% de todas las licencias de la ciudad, seguidos muy de cerca por el transporte.

Los que más han crecido han sido sin embargo algunos sectores habitualmente minoritarios, especialmente los negocios de alquiler de inmuebles, que han pasado de 10 a 442 con una variación de +4.320% (el censo, cerrado a principios del 2007, no recoge el receso en la construcción y en las actividades vinculadas). También el ramo de los productos energéticos ha aumentado de 7 a 17 empresas (+142%). La principal caída se la llevan los minerales y metales, que han pasado de 2 negocios a 1 (-50%), y los químicos, de 9 a 7 (-22%).

UNA RADIOGRAFIA REAL El secretario general de la Cámara afirma que esta comparativa de un lustro (2003-2007) sí permite extraer una radiografía más exacta de la economía cacereña, "porque cada año se crean cientos de empresas y se destruyen otras tantas, de modo que la diferencia entre un ejercicio y el anterior puede resultar confusa, y además influyen circunstancias especiales en la elaboración del censo. El análisis de cinco años es más correcto", subraya. Según dicho informe, el comercio constituye con mucha diferencia el principal pilar de Cáceres, con 2.102 negocios al por menor y 515 al por mayor, ambos con un alza del 9% y el 11,7% respectivamente. "Es un crecimiento razonable. Durante una época, muchos empleados se han animado a montar su propia tienda, y todo este movimiento permite que el sector se modernice", explica Teófilo Amores.

Construcción e ingeniería ocupan el segundo lugar, con un importante aumento del 35,8% (de 589 a 800 negocios entre 2003 y 2007). "No hablamos de grandes empresas, en su mayoría se trata de pequeños negocios de obras y reformas, y derivados de la construcción", precisa el secretario general de la Cámara de Comercio. La hostelería se sitúa en el tercer puesto con 745 licencias (+5%), "un crecimiento que resulta significativo siempre que tenga relación con la promoción del turismo", precisa el analista.

A continuación se encuentra el ramo del transporte y las comunicaciones con 564 negocios, aunque desciende un 5% respecto al 2003; le sigue el sector de créditos y seguros, con 389 (+18,6%); la enseñanza y sanidad privadas, que ya alcanzan las 277 licencias (+18,3%); y recuperación y reparaciones, con 229 (+15%). El resto de sectores no superan el centenar de empresas, salvo el apartado que concentra distintos servicios para la venta no contabilizados anteriormente, y que suma 965 (+19,5%).

INTERESES OSCUROS Estos datos evidencian una realidad muy clara: Cáceres es una ciudad de servicios, y al mismo tiempo con poco peso industrial. "No puede ser de otro modo, porque siempre ha carecido de grandes vías de comunicación rápidas y a día de hoy solo está finalizada la A-66 (Vía de la Plata). Se trata de una de las ciudades con más retraso en este sentido tanto en Extremadura como en el resto de España", lamenta el secretario general de la Cámara, convencido a título personal de que "han existido intereses políticos para que Cáceres no se desarrolle".

Sin embargo, considera que la futura llegada del autovía que conectará con la A-5 (Cáceres-Trujillo), el desembarco del AVE y el anunciado aeropuerto "sí multiplicarían las posibilidades industriales y turísticas de Cáceres, al facilitar la entrada de materias primas y la salida de productos elaborados, así como la afluencia de viajeros", subraya Teófilo Amores. Además, recuerda que el sector servicios de Cáceres tampoco es tan fuerte como el de las grandes ciudades turísticas como para constituir por sí solo un pilar económico especialmente seguro.