Jorge Civantos, el piloto herido el pasado lunes en la Cervera, practicaba con un ultraligero que acababa de estrenar. Vocal de la junta directiva del Aeroclub de Cáceres, tiene a sus espaldas más de 10 años de vuelo y sus compañeros de afición no recuerdan que hubiera sufrido accidentes como el que pudo costarle la vida. Dos de sus hermanos, Tomás y Alvaro, con 18 y 16 años, encontraron la muerte el 29 de febrero de 1992 al estrellarse en otro aparato cuando volaban cerca de la Cervera. El ultraligero accidentado aquel año fue un modelo Tango en lugar del Avid Flyer que Jorge Civantos pilotaba el lunes.

"Es una aeronave de segunda mano que había comprado hace unos días y que aún no controlaba bien", explicaba ayer Diego Andrada, presidente del aeroclub, que también vivió de cerca la tragedia del 92. "La estructura es una jaula de acero. Ha salvado la vida por el tipo de avión", concluyó.