Un cocodrilo sumergido en el agua de la fuente de los cisnes de Cánovas asoma la cabeza. La imagen cuelga de las paredes de una galería de arte ubicada en la plaza Mayor. Parece real, aunque se trate de un montaje. Forma parte de la exposición ‘Visiones de otro continente’ que muestra el cacereño Fernando Paramio, en la que mezcla el patrimonio cultural cacereño con los recursos naturales de Australia, país que le marcó en una época de su vida. La imagen del cocodrilo fue tomada por él mismo en el río Adelaida, cerca del parque natural Kakadú.

Cuando regresó a Cáceres, la ciudad en la que nació y se crió, «estaba muy nostálgico de la cultura australiana y mezclarla con Cáceres era una manera de tenerla cerca», señala Paramio.

Otra de las obras (son de gran formato, algunas tienen hasta dos metros) refleja el patio trasero del Palacio de Moctezuma, en el que hay un canguro con los ojos cerrados. «Los australianos son gente muy relajada y despreocupada. Siempre he creído que se debe a que en sus casas, individuales, tienen un patio trasero donde invitan a sus amigos a barbacoas, los niños juegan con el balón,... Es el sitio donde se relajan. Por eso decidí fotografiar el patio del palacio y mezclarlo con un canguro», explica.

Además de Cáceres también muestra otros lugares de España, como la escultura de Velázquez ubicada frente al Museo del Prado. Aquí introduce a los loris arcoíris, una especie de ave muy característica por su colorido que habita en la zona oriental de Australia.

La fotografía era el sueño de este cacereño, que estudió ingeniería Química en Madrid. Sin embargo hasta que no regresó a Cáceres no tuvo el valor de perseguirlo. Precisamente llegó a Australia para trabajar de ingeniero, después de haber cubierto puestos en algunas de las empresas más importantes del país. Australia le marcó para siempre. Allí fue donde decidió dejar su profesión y centrarse en lo que le apasionaba. A día de hoy no se arrepiente. Ha montado una galería de arte en la plaza Mayor en la que, además, se ha especializado en la impresión de fotografías en calidad de museo, algo muy apreciado por los artistas de la capital cacereña. La galería le da la oportunidad de mostrar al público su obra, que ya ha expuesto también en el Palacio de la Isla.