La Asociación Asterix ha detectado en Cáceres la existencia de falsos contratos a inmigrantes realizados por empresarios que sólo quieren dinero a cambio, y asegura que hay indicios de bodas pactadas por las que un sin papeles paga 3.000 euros a un español para lograr la nacionalidad. Además, una encuesta del colectivo revela que el 68% de los cacereños no son favorables a que sus hijos contraigan matrimonio con alguien de otra etnia. "Los ciudadanos suelen ser intolerantes, pero no lo saben porque no conviven con más razas. Cuando se les plantea un supuesto cercano, entonces se muestran reticentes", explica Faustin Mbakop, responsable de Asterix.

El colectivo, orientado a sensibilizar sobre la inmigración, ha recibido quejas relacionadas con contratos fraudulentos. Según Mbakop, la reforma de la Ley de Extranjería obliga a los inmigrantes a venir a España con un visado de trabajo y un contrato previo, que debe ser presentado por el empresario en la Subdelegación del Gobierno, y con una solicitud del permiso de residencia. "Ya hemos detectado casos de empresarios que cobran dinero en Cáceres por realizar esos contratos, aunque ni siquiera les darán el trabajo cuando lleguen aquí. A una mujer magrebí le han pedido 1.800 euros por un empleo de asistenta para su hermana. La ley suscita mafias que nosotros no queremos", explica.

Pero también se producen discriminaciones laborales. "En la construcción, por ejemplo, tenemos quejas de inmigrantes que realizan las tareas más duras que otros no quieren, y no les dan un respiro. En el hogar, las asistentas cobran menos que el resto", lamenta Mbakop, aunque advierte que "hay excepciones".

Los datos facilitados por la asociación revelan que en Cáceres residen unos 5.000 inmigrantes, de los que 2.000 se encuentran en situación ilegal. Sus circunstancias les llevan muchas veces a la desesperación, de ahí la existencia de ciertas vías como las bodas pactadas. "Aconsejamos no tomar este camino porque el inmigrante cae en manos de otra persona; pasa a ser de su propiedad", señala Mbakop.

En Asterix se considera que el origen de estas situaciones se encuentra en la Ley de Extranjería, porque no contempla la situación de los inmigrantes que ya residen en España sin papeles. "Deben trabajar ilegalmente, de ahí el fraude y la explotación. No están así por capricho", indica.

LA CALLE OPINA Asterix, que presta formación y asesoramiento jurídico y laboral a los inmigrantes de forma gratuita, acaba de concluir su encuesta. "La gente cree que el racismo es un problema de los demás, no suyo", explica Faustin Mbakop. Sin embargo, casi siete de cada diez cacereños no aceptarían a una nuera o a un yerno de otra raza. De ellos, la mitad declaran inicialmente que no les importaría, pero confiesan que intentarían convencer a su hijo de que meditara otra alternativa. "Hay bastante rechazo, aunque en el día a día se diga que esta ciudad es abierta, amable y Patrimonio de la Humanidad", dice Mbakop.