El establecimiento de conventos y monasterios en la ciudad de Cáceres se centra principalmente entre los siglos XV- XVII cuando se edifican la mayor parte de ellos. Desde finales del siglo XV se edifican los conventos de San Francisco, San Pablo, Santo Domingo, San Pedro, Santa Clara y finalmente el de la Purísima Concepción. Algunos de ellos han desaparecido, como el de San Francisco, hoy dedicado a tareas culturales o la Purísima Concepción, cuyo solar hoy es una plaza pública.

El convento de la Concepción se construye a partir de 1604, cuando el acaudalado hidalgo local Juan Duran de Figueroa, cede por decisión testamentaria unas casas que había adquirido junto a la calle Empedrada, para que se pueda construir en la villa cacereña un convento de monjas Franciscanas Descalzas. El edifico está finalizado en 1616, año en el que se abre al culto. Su construcción no está exenta de polémica que termina con el maestro de la obra, Antón Arias, detenido y encarcelado por no cumplir con el proyecto inicial de construcción. Una vez finalizada y aprobada la obra, un reducido grupo de monjas habitaron este convento durante más de dos siglos.

La ley de 2 de septiembre de 1841, sobre desamortización de todas las propiedades del clero secular, fábricas de iglesias y cofradías, va a propiciar que el convento de la Concepción, una vez abandonado por sus inquilinas desde 1836, debido a la situación de ruina del edificio, sea adquirido por el Ayuntamiento como Bienes Nacionales y derruido a partir de 1843, debido a su mal estado y el peligro que ello suponía para los viandantes. El proceso de desaparición del viejo edifico fue largo y un tanto complicado, debido a los grandes gastos que generó su demolición. Por ello se inicia un dilatado proceso que habría de durar hasta 1863 cuando es inaugurada la actual plazuela de la Concepción., un proceso de especulación sobre cuál debe ser el uso que habría de darse al nuevo solar, se plantea que su uso sea para la instalación de un teatro o de un mercado de abastos. Ninguna de las propuestas llega a cuajar.

El 4 de octubre de 1861, los restos del viejo convento aún seguía siendo un problema para los ciudadanos, ello obliga a los vecinos de los alrededores a enviar una carta al Ayuntamiento donde solicitan las medidas que se consideren oportunas para que definitivamente desaparezcan las ruinas que aún quedan y que se aproveche para el ensanche de las calles que circundan a la nueva plaza que se pretende construir. Con anterioridad a esa fecha, en marzo de 1861, es el propio Concejo el que propone la construcción de un teatro en el solar que había quedado libre, no habiendo empresario que quiera embarcarse en el proyecto teatral. El Ayuntamiento no tenía muy claro el destino de un nuevo espacio público, en pleno centro urbano, que ofrecía diferentes posibilidades. En 1857 había llegado a ofrecer el solar a quien presentase un proyecto viable. Al final se opta por la creación de una plaza pública donde pudiera haber un paseo. Para la construcción de la nueva plaza se presentan dos proyectos, uno pretende hacer una plaza a nivel del suelo para que sirva de estacionamiento de carruajes, la otra propuesta es la creación de una plaza en alto, salvando la topografía del solar con un muro de contención realizado con la piedra del propio convento. Será el último el proyecto seleccionado, quedando inaugurada la plaza de la Concepción en 1863. Un nuevo espacio que hoy forma parte del paisaje urbano de Cáceres.