Sudamérica y Oriente Medio han supuesto una pequeña salida para las constructoras cacereñas, que ante la falta de negocio en la región y en España se han visto obligadas a buscar nuevos mercados. Un ejemplo son Viagsa, que ha intentado hacerse un hueco en El Congo y Tabiex, en Panamá. Corija, empresa que opera en la región, se ha implantado en Oriente Medio. La mayoría ofrecen a sus empleados la oportunidad de marcharse con ellos, sobre todo a trabajadores titulados como ingenieros, topógrafos, arquitectos técnicos o jefes de planta. Según los datos que manejan los sindicatos, de momento solo se han marchado los responsables de las empresas, pero no sus empleados.

"Todo el mundo tenía una esperanza en que llegara una recuperación del sector en el país, pero a la vista de que eso no llega muchas empresas se han marchado. Panamá es uno de los lugares más demandados porque con el Canal (en estos momentos se lleva a cabo una ampliación del mismo tras un siglo de su inauguración) hay trabajo en construcción", indica el responsable de Fecoma-CCOO en Extremadura, Jacinto Mellado.

El mes de abril acabó en la provincia de Cáceres con 52.307 desempleados, de los que 10.131 pertenecen al sector de la construcción (en abril del 2012 hubo 10.079 parados en la construcción); por contra, se hicieron 2.222 contratos (1.908 en abril del año 2012). Aunque el número de parados continúa siendo elevado, sí que es cierto que el desempleo en la construcción ha descendido en 100 personas con respecto a principios de año.

POCAS ESPERANZAS Sin embargo, los sindicatos auguran que la situación no mejorará: "En el año 2009 y 2010 cayeron las empresas del sector inmobiliario. Las constructoras se han estado manteniendo hasta la mitad del año 2012, sobre todo las de obra pública, pero como ya no hay licitación han empezado a caer muchas", indica el secretario de MCA-UGT Extremadura, Miguel Angel Rubio, quien añadió que desde 2009 el sector ha perdido en torno a 30.000 empleos directos en la región (por cada empleo directo en el sector de la construcción se suman dos empleos indirectos) y en España esa cifra aumenta hasta el millón de trabajos perdidos. "El problema es que las administraciones miran para otro lado, prueba de ello es que no hay inversión pública", señala a este diario Miguel Angel Rubio.

El secretario de MCA-UGT Extremadura añade, además, que en la región "hemos llegado a tener 62.000 empleados, de ellos 55.000 por cuenta ajena, pero en estos momentos no sobrepasamos los 20.000 empleos", asegura Rubio.

DOS LECTURAS La alternativa de buscar mercado fuera de las fronteras españolas tiene dos lecturas muy distintas para los sindicatos. Por un lado puede ser positivo porque esa salida significa que las empresas locales "pueden seguir manteniendo la empresa y la maquinaria de aquí", lo que se traduce, según Rubio, en que "si alguna vez en Extremadura vemos la luz, volverán" a operar en la región.

Sin embargo también existe otra lectura, que es la de perder para siempre la actividad de esas empresas y de otras muchas: "Se puede producir el efecto llamada. Si estas empresas obtienen resultados convincentes puede que se vayan muchas más y que luego no vuelvan", explica Jacinto Mellado. En cualquier caso, aclara, "todo lo que sea aumentar la actividad del sector, aunque sea fuera de nuestro país, es bueno, pero eso sí, siempre teniendo la esperanza de que aquí lleguemos a recuperarnos alguna vez para que esas empresas vuelvan a la ciudad", señala el secretario de Fecoma CCOO de Extremadura, Jacinto Mellado.