Tenemos que hacer algo que mire a la juventud para que no se vaya de la provincia». En estos términos se expresó ayer a los medios la presidenta de la diputación provincial, Rosario Cordero, sobre el futuro del hospital provincial. La presidenta de la institución no precisó el uso exacto y descartó que haya una partida para este fin en los próximos presupuestos.

Corderó avanzó en la puerta de la casa Pereros, otra infraestructura que gestiona la diputación y que se somete a una obra de reforma y reabrirá como residencia de estudiantes el próximo curso, que las instalaciones del hospital se destinarán a alguna «iniciativa relacionada con jóvenes» para dinamizar y «dar vida a la ciudad». El objetivo, añadió, es «mantener» a los jóvenes y devolver el «ambiente universitario» a la capital cacereña «que poco a poco se ha ido perdiendo» y evitar el despoblamiento juvenil que se produce en la provincia. Aunque la presidenta había eludido pronunciarse hasta el momento sobre el tema, el PP planteó hace unos meses la posibilidad de usar las instalaciones para trasladar servicios administrativos de la institución provincial. Esta propuesta fue descartada por el PSOE provincial.

Cabe recordar que el nuevo hospital universitario comenzará a funcionar a partir de noviembre, no obstante, Cordero avanzó que «no hay fecha» de entrega del edificio por parte de la Junta de Extremadura hasta que concluya el traslado de todos los servicios que se prestan. En cualquier caso, la presidenta hizo de nuevo un llamamiento al entendimiento entre instituciones y la ciudadanía cacereña para debatir sobre el uso definitivo de las instalaciones.