La crisis acaba con Comercial Ferretera del Oeste, uno de los negocios históricos del sector con casi 38 años de trayectoria. La empresa, que alquiló hace tres años una nave en las Capellanías tras toda la vida en la calle Sanguino Michel, echará el cierre cuando el juez resuelva el concurso de acreedores, que ya ha presentado en el juzgado de lo Mercantil, y despedirá a sus nueve trabajadores, según confirmaron ayer sus responsables.

Ferretera del Oeste también había presentado un expediente de regulación de empleo ante la Dirección General de Trabajo, que no fue aceptado por incumplir los requisitos, indicaron fuentes de este departamento sin precisar los motivos. La empresa cacereña aclaró posteriormente que este documento "estaba mal redactado" y que había registrado otro expediente, del que aún no tiene respuesta.

Según las explicaciones ofrecidas por los responsables de Ferretera del Oeste --firma dirigida por tres miembros de una misma familia--, en los últimos tres años han perdido más del 50% de ingresos tras la caída de la actividad en el sector del ladrillo. "Nuestros principales clientes eran los constructores. Ese mercado se ha venido abajo. Era nuestro motor", añadieron.

TRAMITE A la espera de que el juez decida si admite a trámite la solicitud del concurso de acreedores --un procedimiento que permite poder liquidar una empresa bajo la tutela de un administrador nombrado por el juzgado--, la empresa seguía operando ayer con normalidad, sin que sus responsables pudiesen precisar cuándo se cerrará.

La plantilla de nueve trabajadores llevaba toda la vida ligado a la empresa, con una media de 30 años de antigüedad. La empresa aseguró ayer que carece de recursos económicos para poder hacer frente a las indemnizaciones. "Llevamos 38 años siendo formales. Estábamos dedicados a este negocio, pero ya no podemos más", concluyeron.