El pantano de Alcántara estaba el jueves en la cota 210,69, diecisiete metros por encima de la que tenía en enero, cuando bajó hasta un nivel donde no se podía coger agua para trasvasarla al Guadiloba. La situación actual es distinta a la de hace un año, cuando el abastecimiento a la ciudad corría peligro a medio plazo, lo que motivó que el ayuntamiento se dirigiese al Ministerio de Medio Ambiente para que mejorara el trasvase del Almonte, obra ya proyectada pero que ahora entra "en espera como consecuencia de la desgracia ocurrida en Galicia", comentó el alcalde, lo que no quiere decir que no se vaya a hacer, sino que "se resolverá una vez pase --la crisis--" y que se acometerá entre los ejercicios del 2003 y el 2004.

Cáceres depende de este trasvase, que está en el Almonte y en la cola del pantano de Alcántara. Cuando el Guadiloba baja, y está con una capacidad inferior a aproximadamente el 60%, se trasvasa para mantener su nivel. La toma del trasvase está en la cota 193,5 de Alcántara, y cuando baja de esta altura no hay trasvase, lo que pasó en enero. Con el Guadiloba lleno, Cáceres puede abastecerse casi dos años sin trasvasar. El consumo medio en Cáceres es de unos 30.000 metros cúbicos/día, con picos de unos 45.000 durante algunos días de verano.

GARANTIZADO EL SUMINISTRO

El Guadiloba tenía el pasado viernes 11,70 hectómetros cúbicos, estaba a casi el 60% de su capacidad, el nivel más alto del año. A finales de septiembre estaba al 35%, porcentaje que subió hasta el 40% en octubre, aunque a finales de ese mes hubo una avería eléctrica en el transformador del Almonte, que dejó a Cáceres sin trasvase durante quince días. La subida más importante se produjo hace una semana, cuando pasó de los 9,4 hectómetros cúbicos del martes a los 11,4 del jueves.

El proyecto de mejora del trasvase, con un coste de casi 6 millones, consiste en doblar la capacidad de bombeo, de 36.000 metros cúbicos/día pasar a más 60.000.