El tema del ocio es un tema que vende, y para los responsables municipales también puede ser un asunto que queme si no se digiere con responsabilidad. Algunas fechas merecen ser tenidas en cuenta para comprender este asunto, máxime cuando estamos en los últimos tiempos asistiendo a un guiñol perfectamente orquestado desde las filas del equipo de gobierno del ayuntamiento, con una cantinela facilona y un estribillo excesivamente monótono, dirigido al gobierno regional, que podría coger la sintonía de aquella canción de los Gabinete Caligari, de que la culpa fue del chachachá .

El PP actúa desde el funambulismo, permanentemente en la cuerda floja y arriesgando siempre jugar al límite de lo que sería la posesión de un partido de baloncesto. Durmiendo el choque, quiere marcar el tiempo del partido, pero se olvida de que hay evidencias que hacen que tengamos que apuntar con un solo dedo si buscamos responsables de la decadencia del ocio nocturno en la ciudad.

El Partido Popular, confunde, o al menos eso es su pretensión, con un discurso muy bien aprendido, pues no en vano han tenido elocuentes precedentes: Fraga en Palomares; Rajoy y los hilillos; Aznar y la guerra; Acebes y el 11 M; Floriano y su no pero sí al Senado y Goebbels como precursor. Pero la Ley de Convivencia y Ocio, una obsesión para ellos, no se aprobó hasta el 2003. Podríamos, y de hecho no es sólo justo sino también necesario, acudir a la hemeroteca para resumir algunas fechas previas.

1995 como el año que llega el PP al gobierno local, anunciando que terminará con el botellón ; la legislatura 1995-1999, donde con más lagunas que interés, pero al menos era algo, un concejal de Juventud dialogante convocaba una Mesa del Botellón ; o en el año 2000, cuando anuncia sin rodeos que el ferial es el sitio elegido por el ayuntamiento para hacer un centro de ocio. El PP se quita la careta y evidencia un doble deseo: quitarse a los jóvenes del medio y generar en los terrenos expectativas y plusvalías superiores a las previsiones del PGOU. Para nada la intención era pensar en los jóvenes, pues diálogo con nosotros no existió. En definitiva, el I have a dream de Martin Luther King en su peor versión posible: la especulativa y arrogante. Tres años antes de la Ley de Convivencia y Ocio.

2002 fue el año en el que Mariano Rajoy, entonces ministro del Interior y responsable del Plan Nacional sobre Drogas, anunció que iba a prohibir por ley orgánica (¿o era por democracia orgánica?) el consumo de alcohol en la vía pública, sin diálogo ni alternativa. Ese sí que fue un intento real de prohibir el botellón . Por lo tanto, si hay alguien que haya querido la ley seca y llevarnos a la clandestinidad, ese ha sido el PP. Menos mal que no llegó a aprobarse.

En ese marco, la regulación de horarios de locales de copas que, en vigor desde 1996, el PP no ha aplicado nunca correctamente: su aplicación pasó de la nada al todo, confundiendo a la ciudadanía su particular redada nocturna con la entrada en vigor de la Ley de Convivencia y Ocio. Siete años después.

Tras la aprobación de la ley, una nueva actuación tendenciosa y concluyente: la valla instalada en la plaza Mayor, que culpa directamente a la Junta. Señores del PP, hagan caso de abogados de su equipo como el señor Villa, y que les digan que la ley la ha promulgado la Asamblea de Extremadura, no la Junta, y ponga en texto que realmente debería aparecer: "La Asamblea ha promulgado la Ley de Convivencia y Ocio, que sobre el consumo de bebidas alcohólicas en vías y zonas públicas dice que no se permitirá el consumo salvo en aquellos espacios dedicados al ocio autorizados expresamente por cada ayuntamiento".

Por lo tanto, es evidente que el PP ha ido siempre en una línea decadente y sibilina, y que no vale con achacar los problemas a la Ley de Convivencia y Ocio. Es más, si hubiera sido un gobierno inteligente, e incluso desde una óptica electoral, que es su única manera de ver las cosas, tras su aprobación hubieran establecido un espacio de encuentro entre todos, especialmente con los jóvenes, hubieran abierto un abanico de posibilidades y hubiera dotado de las mínimas condiciones la zona habilitada. Los socialistas llevamos pidiéndolo siempre. En 2007 lo haremos.