El edificio de Reyes Huertas volverá a abrirse dentro de un año y lo hará como residencia de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, en la que atenderán a discapacitados psíquicos con un alto nivel de dependencia. La Consejería de Salud y Política Social, titular del inmueble, cedió ayer el espacio a la orden franciscana, que con el traslado podrá ampliar el número de personas atendidas a 50 (en el actual edificio de Cruz Blanca en la calle Manga atienden a 35), además de adaptar la residencia a las necesidades de los enfermos y a la normativa vigente en materia de dependencia.

El inmueble, que se levantó en 1990, tiene 2.027 metros cuadrados construidos y actualmente se encuentra muy deteriorado. Con anterioridad albergó la antigua Consejería de Bienestar Social, pero ahora lleva completamente cerrado desde enero del 2011, aunque desde 2009 hasta esa fecha su actividad fue prácticamente nula. Durante esos dos años alojó el servicio de ayudas para la integración en situaciones de emergencia y una oficina de centros infantiles. La Junta dio por cerrado el edificio desde el día 24 de enero del 2011. Antes, en 2010, se puso a disposición del Ayuntamiento de Cáceres, pero renunció a él al no poder hacerse cargo de su mantenimiento.

UN ANALISIS DEL ESTADO Para el traslado de Cruz Blanca será necesario primero cuantificar los daños del inmueble y analizar las necesidades del colectivo al que atenderá, para acometer después una reforma, cuya inversión aún no se ha cuantificado. "El proyecto ya se ha iniciado. Hemos contratado a un arquitecto para que valorara si el edificio podía albergar la residencia. Los informes son positivos. Ahora falta realizar la otra parte del proyecto para comenzar las obras", precisó el hermano superior general de la Cruz Blanca, Miguel Alberto López Nacarino, cacereño pero residente en la ciudad de Sevilla. Añadió que el traslado servirá "para mejorar la calidad de vida de unas personas que tienen unas necesidades especiales".

La rehabilitación del inmueble se llevará a cabo con fondos propios, es decir a través de donativos a la orden franciscana, y públicos, mediante lo recaudado por el IRPF (la X en la declaración de la renta), dinero que se destina a fines sociales de entidades sin ánimo de lucro, una cifra que el año pasado llegó a los 6,7 millones de euros que se invirtieron en casi 150 proyectos.

Para el consejero de Salud y Política Social, Luis Alfonso Hernández Carrón, lo más importante es que con la cesión del edificio de Reyes Huertas la orden franciscana podrá adaptar su residencia a la normativa de atención a la dependencia."Muchas de las residencias en Extremadura no cumplen esta normativa, para eso en muchos casos hay que hacer nuevas inversiones. En este caso había un problema también de espacio. Esto es un 'win to win', es decir, ganamos los dos, gana el Sepad y ganan también los hermanos franciscanos. Por lo tanto es un día de mucha satisfacción personal porque estamos haciendo una labor importante", indicó el consejero.

PETICION VECINAL La recuperación del edificio de Reyes Huertas ha sido una de las demandas históricas de los vecinos de la zona, que han denunciado en varias ocasiones el abandono que sufre el edificio y la mala imagen que daba de la calle. Ayer el presidente del colectivo vecinal, Manuel Díez, aplaudió su cesión a los Hermanos de Cruz Blanca y recordó que la asociación de vecinos ya lo solicitó en una ocasión para albergar en él la sede, pero su uso les fue denegado.

Por otro lado, la actual casa de los Hermanos de la Cruz Blanca en la calle Manga seguirá abierta y se destinará a otra utilidad aún no decidida. Además la ordenación franciscana pondrá en marcha un centro de día para discapacitados psíquicos en una parcela cedida por el ayuntamiento en Nuevo Cáceres.