Cruz Roja atiende en la ciudad a 1.150 familias, lo que se traduce en una media de 3.450 personas. En la provincia la cifra de necesitados atendidos directamente por Cruz Roja asciende a 2.600 (7.800 personas). Un dato récord en la historia de la oenegé en la capital cacereña, que en 2010 ayudó a 32 familias. Están desbordados y solicitan colaboración a los empresarios para el envío de comida, ya que algunas semanas tienen dificultades para repartir alimentos no perecederos entre los necesitados.

"Estamos desbordados. El problema es que los almacenes que nos dan la comida tienen que repoblar material. Hay semanas en las que tenemos más comida que otras", asegura el responsable de Comunicación e Imagen de Cruz Roja, Vicente Mangut. "Llevo en Cruz Roja más de 30 años y te aseguro que nunca hemos llegado a atender a tanta gente como hasta ahora. La construcción en Cáceres era una fuente de ingresos. Ahora las familias ya no tienen eso y están empezando a agotar las prestaciones, no les queda nada", señala Vicente Mangut.

NUEVOS CADA DIA La cifra de personas necesitadas crece cada mes. Entre enero y junio la oenegé ha atendido a 322 familias más que en todo el año 2012 y se espera que el número continúe aumentando. "Todos los días hay gente fuera esperando para pedir alimentos. Ahora mismo tengo la puerta cerrada y hay tres familias que vienen a contar su caso", indica a este diario el responsable de Comunicación.

Para evitar aglomeraciones se han visto obligados a citar a las familias gradualmente e incluso a algunas de ellas se les abastece semanas alternas. Desde hace un año, además, han cambiado la forma en la que realizan los repartos de comida, ahora llaman con antelación a los necesitados para que solo acudan aquellos que van a ser abastecidos --antes se fijaba un día y asistían todas las familias que requerían alimentos--. El cambio se ha llevado a cabo para evitar los momentos de tensión que se vivían cuando la comida se agotaba y no llegaba para todos los necesitados de la cola.

Para acceder a la ayuda de Cruz Roja es necesario pasar primero una entrevista con los técnicos de la oenegé y cumplir una serie de requisitos que avalen que la persona necesita ayuda. "Todo el que viene a mi despacho y se sienta para decirte que su cuenta está vacía y que no tiene ni para darle leche a sus hijos es porque lo necesita", explica Jorge Marcos Maya, el responsable del programa de alimentos de Cruz Roja.

PERSONAS NORMALIZADAS En los últimos tres años ha cambiado también el perfil de las personas que requieren el sustento de Cruz Roja: "Familias jóvenes que tenían una vida normalizada socialmente se han quedado en paro, han agotado ya todas las prestaciones y viven de la ayuda de los padres o de sus suegros", añade Jorge Marcos Maya.

De hecho, el programa de alimentos de la oenegé ya no se realiza exclusivamente mediante la entrega de comida, sino que hay casos en los que se proporciona un cheque con dinero para que las personas puedan comprar en los supermercados: "Hay familias que sienten vergüenza al venir aquí y que les vea su vecino. Para evitar eso se les da dinero para que hagan la compra", explica el responsable de Comunicación, Vicente Mangut.

También ha cambiado el tipo de ayuda. Hasta ahora Cruz Roja proporcionaba solo alimentos, pero actualmente también dinero, para apoyar en el pago de recibos de luz, agua, gas, alquiler o hipoteca. "Esta semana ha venido una señora que tiene una prestación de 1.030 euros, cuando trabajaba ganaba 2.000. Tiene una hipoteca superior a los 600 euros, tiene que pagar luz, agua y comida para los niños. No llega y hay que ayudarla", indica el técnico, Jorge Marcos Maya.

El incremento del número de familias ha llevado a Cruz Roja a destinar el cien por cien de las aportaciones de los socios a comprar alimentos no perecederos. "El programa de alimentos perdura gracias a las aportaciones de los socios. Actualmente hay cerca de 10.000 personas con cuyas aportaciones compramos comida para los que lo necesitan", indica Vicente Mangut.

Las familias reciben cada semana un quit de productos básicos como leche, aceite, pasta, arroz o legumbres. Cruz Roja está en contacto, además, con otras instituciones gracias a un sistema puesto en marcha por el ayuntamiento que evita que se sucedan duplicidades, por lo que una familia solo puede recibir alimentos de una sola institución. La campaña se puso en marcha el pasado año y ha logrado que un mayor número de necesitados puedan recibir ayuda.