La geología del Calerizo ha condicionado los orígenes prehistóricos de Cáceres al regalar agua, comida y abrigo en forma de grutas al hombre de la Prehistoria. Pero no es un yacimiento más. Se trata de un prodigio arqueológico, uno de los espacios de este tipo de mayor interés de Europa, y desde luego de España.

Desde 2018 lo es todavía más. Ahora se sabe que Cáceres conserva la primera manifestación de arte rupestre de todo el planeta. Se trata de una mano pintada en negativo en la cueva de Maltravieso, cuyo análisis con el método Uranio-Torio por un equipo internacional ha retrasado su datación hasta los 66.700 años de antigüedad, lo que además implica que fue realizada por el hombre de Neandertal, toda una revolución en la Prehistoria porque no se le atribuían capacidades artísticas. En Maltravieso se conservan 71 pinturas.

Pero el Calerizo alberga dos cuevas más. En Santa Ana ya se han datado restos de animales de 650.000 años, bifaces del periodo Achelense entre los mejor conservados de Europa y datos que podrían remontar la ocupación humana hasta los 800.000 años. También está el Conejar, clave para documentar el paso de los cazadores-recolectores a los productores de alimentos. Además, la obra de la ronda Este ha sacado a la luz otras dos grutas ahora en estudio.