La Consejería de Cultura publicó ayer los decretos por los que se declara bien de interés cultural dos nuevos monumentos en la provincia de Cáceres, la iglesia parroquial de Santiago Apostol de Miajadas y la iglesia parroquial Santa Catalina de Romangordo, ambas con la categoría de monumento. Se suman a una lista de sesenta edificios que tienen la misma categoría de protección en la provincia de Cáceres.

En el caso del templo de Miajadas ya contaba con una declaración previa, de 1994, según la información recogida en la resolución que se publicó ayer en el Diario Oficial de Extremadura. En este caso el nuevo expediente obedece a la necesidad de incluir todos los bienes asociados a la iglesia, además de una delimitación gráfica del bien incoado.

El origen del templo de Miajadas data de 1348, aunque el edificio conservado es posterior. Las fases constructivas del inmueble se desarrollaron desde el siglo XV hasta el XVIII. En su ejecución fue clave la figura del arquitecto Pedro de Ybarra, uno de los discípulos de Juan de Herrera con el que colaboró en el monasterio del Escorial. En la justificación de la declaración se destaca que la zona de más valor del edificio es su nave, que se corresponde con la obra original del siglo XVI, y también se precisa que «la fábrica del edificio se desarrolló con mucha lentitud, entre los siglos XVI y XVIII, rematándose las obras durante el siglo XX».

El inmueble estuvo sin cubierta durante un largo periodo de tiempo. La razón, según explica Julio Santiago García Pino en su trabajo de investigación Historia de Miajadas, fue porque a mediados del siglo XIX, durante las guerras carlistas, todo el crucero sufrió un gran incendio cuando «un grupo de soldados isabelinos se escondieron en la bóveda y fueron los carlistas los que provocaron el incendio para hacerles salir».

ROMANGORDO

La iglesia parroquial de Romangordo tiene su origen en el siglo XIV y fue ampliándose en los siglos XV, XVI y XVII. Se declara bien de interés cultural porque «posee un conjunto de valores histórico-culturales, sobresaliendo la excepcional techumbre artesanada mudejar que cubre toda la nave y el presbiterio del templo». El edificio se articula en cinco tramos «conservados íntegramente, constituyendo uno de los ejemplos más relevantes de este estilo artístico» en Extremadura.

Ayer también se publicó una tercera resolución de Cultura por la que se declara bien de interés cultural con la categoría de Zona Arqueológica los menhires de la cuenca del Ardila en los términos municipales de Valencia del Ventoso y Fregenal de la Sierra. Según la resolución, su datación corresponde a un amplio marco cronológico «que iría desde los primeros momentos de la neolitización hasta la aparición de las sociedades metalúrgicas»