El lunes me despertarán los murmullos que subirán de la calle Fleming. Pero esta vez, afortunadamente, no se deberán a los excesos etílicos. Es que el lunes se abre el plazo para inscribirse en los cursos que organiza la Universidad Popular. Ojalá me despertaran muchos días por causas como estas. No sé a qué hora comenzarán a repartir los números que den derecho a elegir curso pero, como otros años, no mucho después de las 6 de la mañana habrá gentes esperando. Mayormente mujeres dado que las féminas son más proclives a dedicar su tiempo a aprender algo mientras los varones parecen tener especial querencia hacia el tute, el mus o la garrafina. Y luego nos quejamos de que son unas sabihondas. La oferta es tan variada que puede satisfacer las necesidades de gran parte de cacereños y el desarrollo de los cursos tan provechoso que el personal repite y hace propaganda de ellos. Pocas actividades culturales existen en nuestra ciudad con tal aceptación. No cabe duda que es un acierto del ayuntamiento y sobre todo del director y personal de dicha universidad. Una pena que deba restringirse la matrícula. Menos mal que, a pesar de que la entonces AP recibió con reticencias esta iniciativa cuando se creó, el PP, ha acabado por apoyarla. Es malo rechazar lo que no se conoce.