Hacía frío fuera y en esas llegó Dani Martín a calentar la noche. Solo hicieron falta un par de canciones para que el Multiusos subiera de temperatura en un viernes lluvioso de octubre. "Estoy feliz", dijo al poco de subirse al escenario, y empezó la locura. Porque si algo transmitió anoche en Cáceres el cantante madrileño fue energía, mucha para empezar una gira que le llevará por otras 11 ciudades españolas y que ayer tuvo a la capital cacereña como punto de partida ante más de 4.000 espectadores, según datos de la organización de la gira LKXA, la marca joven de Caixabank.

Con camiseta vaquera y pantalón negro, el exlíder del Canto del Loco saltó al ruedo cuando pasaban ocho minutos de las diez de la noche. Caminar , una de las canciones de su segundo disco en solitario, sirvió para abrir boca. Luego llegarían Un millón de luces , Emocional , Son sueños ... Para entonces el público ya había coreado el nombre de uno de los artistas que aún conserva ese aire de fenómeno fan que tanto gusta. Y se le nota. Arropado por 11 músicos, Martín camina hacia la madurez con temas más intimistas, las de un tipo sencillo. También dejó su compromiso con las causas nobles: al final del concierto tenía previsto posar con Bárbara y Noelia, dos niñas extremeñas que han vencido al cáncer, para el calendario solidario de la Fundación Icaro de Zafra. Un superclase.