La decisión del gobierno local de Cáceres de subir la tasa del agua afecta no solo a los vecinos de este ciudad, sino también a los de Sierra de Fuentes y Malpartida, cuyos ayuntamientos compran a Cáceres el agua en alta. Los dos han presentado alegaciones. Ambos critican que la ordenanza les trate como si fuesen un usuario más, cuando sus circunstancias son distintas, dado que solo participan en el proceso de suministro en alta (hasta que el agua sale tratada de la planta) y no en baja (la red interior que llega a cada uno de los domicilios).

"Lo que queremos es la firma de un convenio" que recoja las peculiaridades de ambos municipios, indicó el alcalde malpartideño, Alfonso Aguilera, que recordó que algunos de los factores que inciden en la subida (parte del canon y de las inversiones) no afectan a los ciudadanos de Malpartida y por tanto no tienen por qué repercutirlos en las tasas que les cobran. De la misma opinión es el alcalde de Sierra de Fuentes, Antonio Luis Díez, que además recordó que su ayuntamiento "solo debe responsabilizarse del precio en alta, no del servicio en baja en Cáceres" y expresó su preocupación de que se les aplique los coeficientes que incrementan el precio, ya que en la ordenanza no están excluidos.