Amparo Rivelles, María Jesús Valdés y Adolfo Marsillach vivieron el verano de 1996 como un regalo que les había dado la vida el subirse juntos a un escenario para representar ‘Una noche con los clásicos’, obra que transitaba por los mejores textos de nuestra lírica de los siglos XVI y XVII con un hilo argumental que venía dado por la selección de los poemas de Quevedo, Góngora, Lope, Gil Vicente, San Juan de la Cruz, Sor Juana Inés de la Cruz, Calderón o Garcilaso de la Vega.

Veinte años después, en septiembre de 2016, Blanca, la hija de Marsillach, concibió un maravilloso homenaje a su padre adaptando este texto con una obra que tituló ‘Entre versos y Marsillach’ y que comenzó su andadura en Barcelona. En ella ha conseguido integrar en el mundo de la interpretación a más de 150 mayores de toda España. Sus protagonistas son 10 personas de la tercera edad que realizan una interpretación dramatizada de versos junto a las actrices Mónica Buiza y la propia Blanca.

‘Poderoso caballero es Don Dinero’, ‘Vivo sin vivir en mí’ y la ‘Elegía a Ramón Sijé’ de Miguel Hernández son algunos de los textos elegidos. El proyecto, patrocinado por Varela Producciones, la compañía de Blanca Marsillach, y el Programa de Personas Mayores de la Obra Social La Caixa se está representando en 11 ciudades españolas y ayer llegó al Complejo Cultural San Francisco de Cáceres.

En esta ocasión la pieza ha sido llevada a escena por 10 personas mayores procedentes de los centros de Peña del Cura y Plaza Mayor. El elenco ha sido seleccionado por los mismos centros, que han participado en el taller de Grandes Lectores. Un mes antes del estreno se les ofreció familiarizarse con la obra, la lectura previa de los versos, comprensión de los mismos, situarlos en el contexto social de la época y todo ello en colaboración con el Sepad (servicio extremeño de atención a la dependencia).

La finalidad de este proyecto es promocionar la participación social de los mayores a través del teatro. Y vaya si lo ha conseguido. No hacía falta más que ver ayer la destreza de estos diez actores, qué héroes son Victoria Campón, Isabel Carrero, Mercedes Fragoso, Inés Sánchez, Carmen Macías, Carmen Guillén, Manuel Leal, Juan Merino, Juan José León y Julia Sánchez, que por cierto, quién diría que tiene 83 años. «Y estoy muy orgullosa de ellos», decía ella, certero ejemplo de que para revivir a los clásicos no importa la edad, solo la ilusión y la fascinación por el teatro.

Qué ilusionada estaba Inés, o Mamen, que se ha enganchado a la poesía, o Mercedes, que era la primera vez que se subía a un escenario «por valiente o por temeraria», pero que ha ganado en seguridad infinita. Cuando Mariángeles llegó con la propuesta al centro Peña del Cura, Mari Carmen quiso salir corriendo, pero «ha merecido la pena». Tendrían que haberla visto. Inolvidable.

Mónica Buiza decía ayer que este espectáculo es un viaje con los versos y los sentimientos a flor de piel. Es verdad. Los actores muestran la alegría, la pena, el sentir, la sensualidad, la sexualidad, «todo de lo que ellos están llenos, que es mucho».

Blanca Marsillach rodó hace años aquí una película, interpretó ‘Buscando a Hillary’ y ayer volvió a declararse fan de la bella Cáceres. «El señor Marsillach está por aquí escondido, le encanta este sitio tan emblemático», aseguraba en su encuentro con la prensa. Siempre tiene Blanca una sonrisa, se fotografía sin reparos junto a sus seguidores y ayer hasta regaló rosas rojas a sus actores, a los que definió como «todo un referente» y aseguró que ha sido «una gozada trabajar con ellos».

También tuvo un consejo para los 10. «Dejad el qué pensarán en el camerino. A mí me pasa, entonces me digo, Blanca, sal al escenario para poder llegar al corazón de los espectadores, da igual cómo salga, lo importante es la energía que nos transmitamos unos a otros». El Auditorio del San Francisco, claro, se puso en pie.