Si en las elecciones locales de mayo, el PSOE o Ciudadanos hubiesen obtenido un concejal más --trece entre los dos--, seguramente Luis Salaya sería ahora el alcalde, aunque la candidatura más votada hubiese sido la del PP encabezada por Elena Nevado. Ciudadanos habría apoyado al PSOE y no al PP.

Pero PSOE y Ciudadanos se quedaron con doce ediles entre los dos, a uno de la mayoría absoluta en la corporación local. Para llegar a trece necesitaban sumar a CáceresTú (la marca con la que Podemos se presentó a las elecciones). Y al final Ciudadanos y su candidato, Cayetano Polo, se decantaron por el acuerdo de investidura con el PP (la lista más votada) y con su abstención dieron la alcaldía a Nevado, que con sus 11 ediles se había quedado a dos de la mayoría absoluta.

Si lo ocurrido en las negociaciones de junio se repitiese ahora, a lo mejor Ciudadanos cerraba el acuerdo con los socialistas y con CáceresTú para que el alcalde fuese Salaya y no Nevado.

Los desencuentros entre PP y C's han sido constantes. A mediados de septiembre, cuando solo habían pasado tres meses desde la investidura --dos si se tiene en cuenta que en agosto apenas hay actividad en la corporación--, C's ya se quejaba de que no se cumplían acuerdos del pacto de investidura, pero se evitaba hablar directamente de moción de censura. Ahora ya es la propia alcaldesa, con sus manifestaciones en el pleno del jueves, la que habla de moción de censura cuando reta a Polo a que tenga la valentía de presentarla, aunque la moción de censura no prosperará si el PSOE no la promueve y ya ha dicho que ahora no lo hará --en septiembre ya avisó que solo la contempla "en una situación extraordinaria de inestabilidad política"--.

Las relaciones entre PP y C's no están rotas. Además de aquí a que acabe la legislatura quedan más de tres años, pero es bastante difícil, por no decir imposible, que en los próximos meses se llegue a acuerdos entre los dos partidos en cuestiones importantes en las que el gobierno necesite los votos o la abstención de C's, como se vio en el pleno en el que se debatía la aprobación inicial de los presupuestos, en el que al final fue el PSOE con su abstención el que facilitó la ratificación de las cuentas. (El otro tema importante en lo que va de legislatura en el que el gobierno local no tuvo el apoyo de C's, ni de ningún partido de la oposición, fue en el anticipo de 6,6 millones que se iba a pedir a Hacienda para pagar deuda).

Y ES MUY difícil el acuerdo porque una de las líneas rojas que ha puesto C's, además con trazo grueso, es que Laureano León debe renunciar a uno de los dos cargos que ostenta: desde el inicio de la legislatura es concejal de Cultura y tras el 20-D es también senador. Pero León no es un concejal más. Es el presidente provincial del PP desde 2004. Ha pasado por numerosos cargos dentro del partido durante los últimos 25 años. Ha sido vicepresidente de la Asamblea de Extremadura y presidente de la diputación. Y si Nevado no fuese la alcaldesa por el PP, probablemente él sería el alcalde.

León ya ha dicho que no renunciará a ninguno de los dos cargos. En junio, cuando quedó como concejal de Cultura sin liberación, ya estaba claro que iría en las listas del Congreso o en las del Senado en las generales que se iban a celebrar unos meses después, como así ha sido. Entonces la alcaldesa justificó la elección de León como edil de Cultura, que siempre ha sido una concejalía de segundo nivel (las relevantes son Economía, Urbanismo, Contratación, Patrimonio y Personal), porque "es un motor tan importante que alguien de peso debía de hacerse cargo de este área y no dejarla como algo residual (...) precisamente el hombre de partido de más peso de mi gobierno va a asumir esa delegación". Y añadía que la voluntad de León era permanecer toda la legislatura "y con ese criterio hemos configurado el gobierno".

León no confirmó el 21 de diciembre, el día siguiente a las elecciones, que iba a compatibilizar los dos cargos, aunque esa fuese su pretensión. No lo confirmó hasta el 23, el mismo día que pasó lo que era evidente: Si C's había pedido a Nevado que eligiese entre el Senado y la alcaldía en la negociación del pacto de investidura, a León también se lo iba a pedir, además en este caso lo vinculaba a la aprobación de los presupuestos.

EL PP acusa ahora a C's de tener fijación personal por León en su reclamación de que deje uno de los dos cargos y que no aplica el mismo criterio para otros casos parecidos. "Usted cae en la obsesión personal --por León--, no sé si por cuenta propia o mal llevado", le dijo a Polo en el pleno del jueves el portavoz del PP, Rafael Mateos, sin que aclarase quién o quiénes son los que 'mal llevan' a Polo, mientras que el portavoz de Ciudadanos ha reiterado en los últimos días en numerosas ocasiones que lo que se está pidiendo es otra forma de estar en la política y que "una persona debe ocupar un solo cargo", repitió el pasado viernes.

Mientras que este distanciamiento entre PP y C's persista, no se ve una salida ni a corto ni a medio plazo, la alternativa del gobierno para sacar adelante decisiones importantes en las que necesite el apoyo de un partido es el PSOE, cuyo portavoz es el mismo que seguramente sería ahora alcalde si en las elecciones de mayo su partido y C's hubiesen sumado trece concejales entre los dos.