Un hombre de 40 años fue detenido ayer tras ocupar una vivienda de la calle Reyes Católicos (en la plaza de Italia), atrincherarse en el interior y amenazar al propietario cuando este intentó acceder al interior de la casa. Se le acusa de usurpación de bien inmueble y amenazas, y fue trasladado sobre las 18.30 horas a la comisaría, donde estaba previsto que pasara la noche mientras se tramitaban las correspondientes diligencias. Hoy podría pasar a disposición judicial.

La detención fue el resultado de una operación policial que contó con un amplio dispositivo de agentes tanto locales como nacionales y que mantuvo toda esa manzana cortada al tráfico y con restricciones en el tránsito de peatones. Tampoco se permitía a los vecinos asomarse a las ventanas o balcones, o detenerse en las inmediaciones de la calle, que estaba acordonada, lo que disparó las alarma de que en el interior de la casa pudiera haber alguien armado, algo que fue desmentido por fuentes próximas a la investigación. «No hay ningún arma», precisaron a este diario fuentes de la Policía Nacional. Otras fuentes sí aseguraron que cuando los agentes consiguieron entrar en el interior de la casa se halló un cargador, lo que hacía suponer que habría también un arma, aunque no se encontró ninguna en el registro que los investigadores realizaron de la vivienda una vez que fue desalojada.

Los agentes acceden a la vivienda junto al propietario a la casa.

negociación/ Durante más de una hora, un equipo de la policía trató de persuadir al ocupante de la casa para que la abandonara de forma voluntaria. Tras llevárselo detenido, dos agentes de la Policía Nacional se mantuvieron custodiando la vivienda una vez que la actuación se dio por terminada y se precintó el acceso, en el número 34 de Reyes Católicos, una casa de planta baja y construcción antigua. El dueño del inmueble pudo acceder al interior junto a los agentes para comprobar el estado de la casa, antes de marcharse acompañado por la Policía Nacional.

Más de 20 agentes, algunos de ellos equipados con escudos, participaron en el dispositivo que llevó a cabo la operación durante varias horas y que cortó el tráfico en la manzana conformada por las calles Marqués de Oquendo, San Jorge y Carvajal Lancaster, además de en Reyes Católicos, donde un cordón policial impedía el acceso a cualquier persona ajena a la operación. Según explicaron los vecinos, el propietario de la vivienda (que siguió la actuación junto a los agentes) había intentado entrar en la casa a primera hora de la tarde y fue cuando se percató de que la cerradura había sido cambiada. Según las mismas fuentes, el ocupante de la casa abrió la puerta y le amenazó (según recoge Efe, profirió amenazas verbales contra el propietario de la casa y no se descarta que también le amenazara con un arma blanca), por lo que el dueño de la vivienda presentó una denuncia ante la Policía Nacional y se puso en marcha la operación, en la que también intervinieron varias unidades de la policía local para controlar los accesos a la zona.

El hombre estaba ocupando la vivienda desde el mes de diciembre y tenía un trato «normal» con los vecinos, según explicaron estos, que pensaban que la casa había sido alquilada de nuevo después de un tiempo deshabitada.