Aentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado 20 de febrero en Cáceres a un varón por simulación de delito. Según informó la Jefatura Superior de Policía de Extremadura, los hechos sucedieron una semana antes cuando se recibió una llamada en la comisaría en la que una mujer solicitaba la presencia policial en su domicilio de La Mejostilla, manifestando que su marido al parecer había sufrido un robo con violencia en la casa.

Los agentes encontraron en el salón un hombre tendido en el suelo, atendido por servicios médicos y acompañado de su mujer, con la que estaba en trámites de divorcio. Los policías realizaron una inspección del domicilio, observando cómo el interior de la vivienda presentaba síntomas de desorden, iniciándose una investigación para esclarecer los hechos, siendo trasladada la presunta víctima al hospital para ser atendido.

En su declaración, manifestó que tenía su vivienda en venta, ya que se encontraba en trámites de divorcio con su mujer, por lo que había quedado con dos personas interesadas en la compra de la misma para enseñarle la casa. En dicha visita, aseguró, estas dos personas, dos varones a los que describió perfectamente, "le amenazaron con un arma blanca para que les entregara el dinero que tenía, manteniendo un forcejeo, tras el que cayó al suelo semi-inconsciente, huyendo a la carrera del lugar sin que le sustrajeran nada".

INVESTIGACION Las pesquisas policiales y análisis de las pruebas, así como de las manifestaciones de la presunta víctima y posibles testigos dieron como resultado la falsedad de lo relatado, reconociendo el detenido que lo denunciado era falso y que se lo había inventado para llamar la atención de su esposa.

Entre las pistas falsas que llamaron la atención estaban los objetos mantenían un cierto orden, "hecho incompatible, según la policía", con las características comunes a un robo en domicilio como que los cajones se encontraban abiertos pero no revueltos, llegándose a encontrar joyas a la vista que podían haber sido sustraídas fácilmente.

Dentro del análisis llevado a cabo, se determinó que la llamada que la presunta víctima recibió en su teléfono móvil, solicitando visitar la casa puesta en venta, fue realizada por él mismo desde una cabina telefónica cercana al lugar de trabajo de su esposa. Las lesiones que tenía eran incompatibles con la agresión, ya que relató haber forcejeado con uno de los agresores que portaba un arma blanca, sin recibir apenas cortes.