La deuda viva del ayuntamiento por operaciones de crédito a largo plazo con entidades bancarias volverá a situarse por encima de los 20 millones cuando en unas semanas se firme la adjudicación del préstamo por importe de 5,7 millones que se sacó a concurso en julio. El plazo para la presentación de ofertas se cerró ayer y hay cuatro licitadores: Liberbank, Santander, BBVA y Banco Caja España de Inversiones Salamanca y Soria. Se recurre a las entidades de crédito para afrontar el pago de inversiones porque no se obtienen recursos con la venta de terreno municipal, además el ayuntamiento tiene capacidad para acudir a esta operación de préstamo sin tener que contar con la autorización del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

La deuda viva del ayuntamiento con los bancos se situó hace solo un año en uno de sus puntos más bajos de la última década cuando en julio se terminaron de amortizar los créditos del plan de saneamiento de 2009. En ese momento el débito se redujo y quedó en 15 millones.

En octubre hubo un primer intento para concertar un nuevo crédito, pero no prosperó al no contar el gobierno, que está en minoría, con el apoyo de la oposición. Se pretendía obtener de Hacienda un anticipo de 6,6 millones, lo que obligaba a concertar una operación de crédito a largo plazo para su devolución.

El ayuntamiento recurrió entonces a una operación de tesorería de 5,1 millones para la que no necesitaba la aprobación del pleno. Este crédito para cubrir necesidades transitorias de tesorería y que se tiene que amortizar en un año se adjudicó en diciembre a Liberbank con un interés variable referenciado al euribor trimestral más un diferencial del 0,45%.

En junio el gobierno lo volvió a intentar y anunció que concertaría un préstamo a largo plazo para financiar inversiones del presupuesto de 2016 vinculadas a la venta de suelo. De ese anuncio sale el concurso convocado el pasado julio. Es la primera operación de este tipo que se contratará en esta legislatura y la cuarta desde que Elena Nevado es alcaldesa, aunque ninguna de las tres anteriores se vinculaba a inversiones, sino al pago a proveedores y de expropiaciones.

La decisión de recurrir a un nuevo endeudamiento también se toma tras los resultados del último ejercicio presupuestario, en el que se logró un ahorro neto (la diferencia entre los ingresos ordinarios y los gastos corrientes más las amortizaciones de las operaciones de crédito a largo plazo) positivo que superó los seis millones. La ley de Haciendas Locales obliga a cumplir con este requisito para poder recurrir a nuevas operaciones a largo plazo. Además el total de la deuda viva por estas operaciones (27,3 millones de euros con el nuevo préstamo según los cálculos de los servicios económicos del ayuntamiento) es inferior al 75% de los ingresos corrientes (de impuestos, tasas, de aportaciones de fondos del Estado...) liquidados en 2015 (ascendieron a 67 millones), lo que permite recurrir a préstamos a largo plazo sin necesitar la autorización del Ministerio de Hacienda.

CREDITOS El ayuntamiento mantiene ahora viva deuda de tres operaciones con bancos de préstamos a amortizar a largo plazo. La primera se concertó con el Santander en 2008 para inversiones y el gobierno recurrió a fondos de este crédito en la pasada legislatura para financiar inversiones. Al cierre de 2015 la deuda pendiente ascendía a 3,8 millones y se prevé que al término de 2016 queden por amortizar 3.075.000 euros.

La segunda operación se firmó con el Sabadell en 2013 por 2,8 millones dentro de los planes de pago a proveedores, préstamo que no se ha comenzado a amortizar hasta este año, antes solo se han pagado intereses, y del que se prevé que al cierre de 2016 queden de principal 2,4 millones. La tercera se adjudicó en 2014 a CaixaBank por 8,7 millones con una duración de 12 años y con los dos primeros de carencia en los que no se está amortizando el principal de la deuda.

Al cierre de 2015, el débito pendiente de estas tres operaciones ascendía a 15,4 millones. Con la de 5,7 millones para el pago de inversiones que se adjudicará en unas semanas esta cifra volverá a estar por encima de los veinte millones, una cantidad que también se superaba en julio de 2015 antes de que se cancelasen las seis operaciones de crédito del plan de saneamiento que se aprobó en 2009.

Además de la deuda con las entidades de crédito, al cierre del pasado año el ayuntamiento también adeudaba 1,7 millones de euros de un préstamo sin intereses de 2,8 millones que el Ministerio de Industria concedió hace dos legislaturas al consistorio y que no se terminará de amortizar hasta 2023. De deuda a largo plazo, el ayuntamiento también tiene pendiente tres pagos a Hacienda del reintegro de las liquidaciones de las aportaciones de fondos del Estado de los ejercicios de 2008, 2009 y 2013, que fueron favorables al ministerio. De estas devoluciones se adeudaban casi 4 millones a fecha de 31 de diciembre de 2015.

Con el nuevo crédito de 5,7 millones se podrán afrontar inversiones como el plan de barrios por valor de 1,3 millones previsto en los presupuestos del 2016, los 400.000 euros de la conexión de los barrios del Junquillo y Macondo o los 500.000 previstos para la construcción de más campos de fútbol en Pinilla. El crédito suple la falta de resultados de la venta de parcelas, con concursos que han quedado desiertos.