Me dirijo a El PERIODICO en mi nombre y en representación de un colectivo de personas insatisfechas por la forma en que el ayuntamiento organizó la fiesta del mayor, dando comida y bebida para los amiguetes que llevaban tíquet y a las personas que participaban en los eventos. Los que no participan se la tienen que llevar de su casa.

Invitó a personas mayores de fuera de Cáceres, que también comieron, y discriminó al resto que asistió al evento del pasado día 19, ya que se hizo baile libre y todas las personas que acudían no podían beber nada de lo que sobró, ya que las bebidas las tenían en bolsas las personas que estuvieron en la comida, llevándoselas a sus casas. Me dirigí a una de las organizadoras para quejarme y me dijo que no podían hacer nada, a lo que le respondí que ellos eran los que tenían que dar ejemplo. Me invitaron a participar cuando hicieron el concurso de baile. Le contesté que no, ya que nos sentíamos discriminados, que participaran los que comieron.

Si el ayuntamiento no tiene dinero para un simple plato de migas, ¿qué hace con la subvención que les da la Junta para esos eventos? Que solo haga el baile y que cada uno se lleve su comida. A lo mejor el personal no se hubiera hecho tantas fotos con la alcaldesa y la concejala del Mayor. A la alcaldesa le pides día y hora y ni te llaman porque no tiene tiempo pero, para ir a esos eventos, sí. Así barre votos.

El evento se llevó a cabo en el pabellón Serrano Macayo. Fue parecido al del año 2012, en el que solo hubo un plato de garbanzos para invitados con tíket, que son más amiguetes. Pasó lo mismo este año, que la gente iba con bolsas y tupers llenos de comida para sus casas y muchos otros se quedaron sin comer ni beber. Si al bailar tienes sed, tienes que irte al bar de al lado. Eso es discriminatorio total y brutal. Como jubilado le pediría a los organizadores que por favor no haya más discriminación. O para todos o para ninguno. Para hacer esto sería mejor que hicieran baile y que cada uno se llevase su comida. Así el ayuntamiento tendría más dinero para cafés.

* Este artículo lo firman Angel Sánchez Suárez y Pilar Martínez Pardo.