"Papá, papá, yo quiero subir en el toro y después en el castillo flotante, y jugar en el futbolín humano". Así de ilusionado se mostraba Carlos, de 6 años, el jueves por la mañana nada más entrar en el pabellón polideportivo Juan Serrano Macayo. Todavía no había visto todas las atracciones del parque infantil que durante estas fiestas ha montado el ayuntamiento para los más pequeños, pero sus amigos ya se las habían contado todas.

Música, castillos de colores, toboganes flotantes, pista de cars, videojuegos y hasta un futbolín humano. Por unos días, la pista de baloncesto del pabellón se ha convertido en en un parque de atracciones con cientos de niños descalzos y padres y abuelos cansados de hacer colas, pero contentos porque "los niños se divierten mucho y porque es gratis".

Precisamente esa era una de las frases que más repetían los padres, la gratuidad de las instalaciones, aunque también se oían comentarios del tipo: "Ya me hubiera gustado a mí tener esto cuando era pequeño".

Y es que la verdad es que las caras de los niños lo reflejaban todo."A mí lo que más me ha gustado ha sido la casita flotante y los coches", decía Cristina Robledo, de cuatro años. "A nosotras el toro, el toro", gritaba un grupo de niñas que esperaban en la cola.

Había atracciones para todos las edades, y mientras los pequeños subían y bajaban por toboganes, los mayores se entretenían jugando a los videojuegos en un espacio habilitado con unas seis pantallas.

Pero la hora de marchar llegaba y los sollozos y caras tristes, también. "Papá, papá, ¿vendremos esta tarde?. Y ¿mañana?", decía la pequeña Carmen.