Actúa por primera vez en el Gran Teatro de su ciudad natal y no puede sentirse más feliz. Lo hará mañana sábado (20.30) con su ‘Re cordis’, un monólogo que ha escrito, dirigido y protagonizado, un espectáculo que aúna la capacidad de juego del teatro con las nuevas corrientes de pensamiento del siglo XXI y con la neurociencia.

El montaje cuenta la historia de un hombre que se despierta en un lugar que no reconoce y del que no puede escapar. Poco a poco irá tomando conciencia de que ha pasado más tiempo del que cree y de que no recuerda quién es. A partir de ese momento, los recuerdos que quedan en su interior se pondrán en acción para recuperar su pasado.

Alberto Amarilla comparte la dirección de este montaje con Mabel del Pozo y la dramaturgia ha corrido a cargo de ambos junto a Sergio Rubio. Horas antes del estreno en Cáceres, Amarilla charla con El Periódico Extremadura, y lo hace con esa cercanía, claridad y por qué no decirlo, casi como un visionario. «Lo bueno de ser actor es que puede encarnar a otras personas, es algo parecido a ser periodista. Ambos dan voz a otros aunque es cierto que el periodista da voz al otro de modo real y el actor lo hace a través de la metáfora».

Amarilla relata que esta obra «es un viaje de la mente al corazón, que comienza con un relato disruptivo y luego va entrando en el humor a través de la risa y de las emociones».

El actor vuelve a casa y lo hace por la puerta grande, con casi todas las entradas vendidas. Una oportunidad única de ver a Alberto Amarilla protagonizando a un hombre que en ‘Re cordis’ interpreta a un actor que se despierta en un lugar que no reconoce, un hotel desvencijado cuyos recuerdos lo ponen en movimiento para poder recuperar al fin su identidad.