La alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, subraya la importancia de los recursos naturales y, entre ellos, la riqueza ornitológica de esta ciudad monumental, y destaca que se han convertido en un motor de desarrollo de la economía local.

"Hemos descubierto un motor de la economía", señala la alcaldesa de Cáceres y subraya que el número de turistas que llega a la ciudad ha crecido debido al atractivo que supone la variedad y cantidad de aves que se pueden contemplar y fotografiar desde el casco histórico.

La ciudad, que tiene el término municipal más extenso de España (1.751 kilómetros cuadrados), cuenta con tres Zonas de Protección Especial para las Aves (ZEPAS) incluidas en la Red Natura 2000, dos de ellas en los alrededores (los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuente; y la Sierra de San Pedro) y una en el casco antiguo (la Colonia de Cernícalo Primilla de la Ciudad Monumental).

"Hablar de ZEPA urbana es hablar de Cáceres", destaca la alcaldesa de la ciudad y resalta entre esos recursos naturales la "singularidad" de que los tejados del casco antiguo acojan unas trescientas parejas de cernícalo primilla -un pequeño halcón catalogado como "vulnerable"-.

Elena Nevado apunta que esas aves atraen a la ciudad a miles de personas, pero ha destacado que sobre el casco antiguo es posible observar más de cincuenta especies diferentes, lo que añade aún más valor al atractivo de la declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, "título" que le otorgó la UNESCO en 1986.

La ciudad medieval, indica la alcaldesa, cuenta con cinco observatorios especialmente señalados para la contemplación de las aves: la Torre de Bujaco, la Plaza de San Jorge, la Calle Rincón de la Monja, la Torre de los Pozos y la Plaza de San Mateo.

"Son cinco lugares en los que se combina el patrimonio monumental con el patrimonio natural, y que han hecho de Cáceres un lugar tan especial", concluye la alcaldesa.