"Los visitantes ven el casco histórico en pocas horas y se marchan a Mérida o Trujillo sin quedarse a dormir, muchas veces ni a comer. Por mi trabajo veo muy claro que hay que ofrecer actividades enfocadas a los turistas que los retengan en la ciudad, que alarguen su estancia, que les merezca la pena quedarse un día más".