El Consejo de Ministros ha denegado el indulto a nueve de los once hosteleros de La Madrila condenados por el caso de los ruidos. En cambio hasta el martes el juzgado solo había notificado oficialmente esta resolución a dos de ellos (Down y La Belle), el resto estaban aún a la espera. Ayer ya recibieron esta comunicación otros cuatro (los dos propietarios de Maquiavello, el de Sugar y el de La Cuerda). El resto (Submarino, Latino’s y uno de los dueños de Tacones) continúa aún a la espera. Estos últimos conocen únicamente que el Estado no les ha concedido esta medida de gracia a través de los medios de comunicación.

La denegación de los indultos conlleva el ingreso en prisión de los hosteleros, que fueron condenados a dos años y tres meses de prisión (salvo uno que deberá cumplir dos años y nueve meses). Sin embargo la pena todavía no se hará efectiva ya que el juzgado todavía no ha remitido a ninguno la orden de ejecución de sentencia. Este documento se entrega personalmente, por lo que los condenados deben comparecer en el juzgado para firmarlo y recogerlo. A partir de ese momento comenzarán a contar los diez días que se les conceden para ingresar en un centro penitenciario.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha basado la decisión de no conmutarles la pena privativa de libertad en los informes que había elaborado tanto el Ministerio Público como el juzgado, ambos contrarios a que se les concedieran los indultos solicitados.

Faltan aún por resolverse los del propietario de Barroco y uno de los que se encargó de gestionar Tacones. El juzgado no ha recibido aún información alguna sobre los mismos. Están pendientes del Consejo de Ministros, que podría debatir su solicitud en su reunión de mañana o en la de los próximos viernes (el Consejo de Ministros continúa celebrándose a pesar del anuncio de unas nuevas las elecciones generales y de la disolución de las Cortes).