El debate sobre el posible traslado de la Cruz de los Caídos al cementerio, que propone IU, ha sobrepasado las fronteras políticas y está en la calle. Pulsadas las opiniones de comerciantes, vecinos y hosteleros de la zona, las consideraciones al respecto son dispares. Frente a los indiferentes, a los de "la verdad es que me da lo mismo", se cuentan los que opinan que es "un símbolo trasnochado que estaría mejor en otro sitio" y los que se oponen con rotundidad a que la quiten de su lugar, "pues siempre ha estado ahí y no hay motivo alguno para que desaparezca".

Entre los que la defienden a ultranza se encuentran Joaquín Carrasco, Socorro Alejo o Francisco Jesús Moreño. Todos ellos opinan que la Cruz "es algo simbólico de nuestra ciudad, además de una referencia tanto para los cacereños como los de fuera", recordando lo habitual que es escuchar Quedamos en la Cruz o referirse a ella para dar una indicación de donde se encuentra una tienda o una calle en concreto.

Indiferentes se muestran Lorenzo García, Francisco Audije o Maribel Holguín. Todos aseguran que les da igual que la Cruz esté en otro lugar, "como ciudadano me da igual que la dejen donde está o que la lleven a otro lugar", afirma Lorenzo García, vecino de Doctor Marañón. Esta opinión la comparte Francisco Audije, vecino de Antonio Hurtado, que añade que sólo entendería que la trasladasen de lugar si es con un fin, como mejorar el tráfico en la zona, "pero si el traslado responde a temas políticos me parecería una tontería y un gasto absurdo", añade.

Hay también muchos que, como el propietario de Nevacan, un establecimiento histórico en la zona de la Cruz de los Caídos, van más allá en sus consideraciones. Rosendo Nevado, como otros muchos, opina que el tema no se debe politizar. Así, considera que la Cruz "quizás sería mejor que estuviera en otro sitio, pero no porque políticos de turno lo consideren así por su simbología, sino porque la zona requiera una reordenación y una ornamentación más acorde con los tiempos actuales".

La opinión de los cacereños está pulsada, y de ella se desprende de forma clara que en este caso concreto difícil lo van a tener nuestros políticos para tomar una decisión que satisfaga a todos los cacereños.