La ermita de la Soledad luce desde ayer su rehabilitado retablo del siglo XVIII y la remozada talla del Cristo del Peral. El coste de los trabajos de restauración ha aumentado finalmente hasta los 24.000 euros debido a las obras de mejora del altar y el zócalo, que ahora son de granito. Antes eran de madera y al moverlos se desplomaron por la carcoma.

Estos detalles fueron dados a conocer por el mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro, Ricardo Galán, en el acto de presentación de los trabajos, realizados por Gótico Restauraciones y financiados por la Dirección General de Patrimonio y las aportaciones de los cofrades, otros particulares y empresas. Queda pendiente la restauración del forjado completo de la ermita, junto a la plaza de Santa Clara, ya que de momento solo se ha reformado el ábside. Galán explicó que se halla a la espera de ultimar detalles con el ayuntamiento.