Para unos un fallo «grave» y para otros «un error sin importancia». Sea como sea la entrega de la Medalla de Cáceres protagonizó su propia anécdota este martes. La gala reconoció este año a la Guardia Civil, que por una equivocación de última hora recibió la insignia errónea. A las horas el infortunio fue subsanado y la benemérita ya tiene en su poder desde primera hora de ayer de su medalla oficial que le acredita como merecedor del máximo galardón de la ciudad.

Fue el PP el que denunció el infortunio a través de las redes. Rafael Mateos, portavoz de los populares en el ayuntamiento, tildó de «desprecio» del equipo de gobierno entregar «en el acto una medalla de concejal y no la medalla de la ciudad» y acusó al PSOE de «querer traspasar» la responsabilidad al gobierno anterior «cuando las medallas se encargan cada año para este acto». Al respecto hizo declaraciones ayer el propio alcalde, Luis Salaya. Quiso restarle relevancia y aclaró que el descuido se produjo porque «la auxiliar de Protocolo cogió una caja con la otra medalla que estaba al lado de la medalla que había que coger». Quiso recalcar que se trata de «un error perfectamente humano y comprensible que no desmerece en absoluto el extraordinario trabajo que han hecho el equipo municipal para la organización de este acto».

En la misma línea, criticó al Partido Popular que haya usado «patéticamente» este episodio «para no hablar de que es el primer año que la entrega de medallas ha sido totalmente abierto a la sociedad», una cuestión que también desmintieron fuentes populares. «Es un berrinche por no asumir que ya no gobiernan en esta ciudad y han decidido convertir una simple anécdota en un asunto más importante», concluyó.