Su primer dolor intenso de cabeza comenzó cuando tenía once años, cuando estaba dentro de un bar. Era tan fuerte que Beatriz de la Calle decidió marcharse a casa y meterse en la cama, pensando que así remitiría, pero le duró varios días. Sus padres decidieron entonces llevarla al médico y, tras varias pruebas, descubrieron que tenía migraña. Aquel diagnóstico no le vino de sorpresa ya que su abuela también padecía esta enfermedad. En España se calcula que 1,6 millones de personas sufren esta dolencia crónica, con la que Beatriz de la Calle convive desde hace ya 18 años.

El problema es que además de con el dolor, que ella define como pulsante o vibrante en la cabeza y que llega a ser incapacitante para la vida diaria, tiene que lidiar con la gente que le rodea. Asegura que pocas personas comprenden que un dolor de cabeza dure varios días e impida desarrollar actividades cotidianas como ir a trabajar o salir a la calle. «No hay mucha comprensión por parte de las personas que no la sufren. No entienden que no es un simple dolor de cabeza, sino que te incapacita totalmente», explica esta afectada cacereña.

Esta situación lleva a muchos de los enfermos a desarrollar ansiedad, estrés e incluso depresión. «Muchas veces tenemos que acudir al psicólogo porque no sabemos llevar la enfermedad, cuando te dan las crisis fuertes tienes que quedarte en casa porque no puedes ni moverte», indica Beatriz. Y es que los ataques van de moderados a severos. Cuando aparecen, las personas se vuelven sensibles a la luz y al sonido y pueden llegar a sentir náuseas y vómitos. El tratamiento es continuo aunque existen medicamentos específicos para las grandes crisis. «Cuando te da alguna crisis y se te quita, después pasas unos días malos, con la sensación de que te hubieran pegado una paliza», agrega.

Precisamente para dar visibilidad a esta enfermedad y compartir experiencias Beatriz de la Calle, maestra de profesión, ha creado ‘¡Qué cabeza la mía!’, una página en la red social Facebook en la que cuelga información sobre esta dolencia crónica. El objetivo es llegar a constituir en un futuro una asociación de personas afectadas, ya que no existe ninguna en la región. Ya ha llevado a cabo actividades con buena aceptación, como un congreso en Don Benito con la presencia de profesionales médicos (neurólogos y psicólogos) para hablar de esta enfermedad.