Lleva en la cofradía del Nazareno desde 1974. Sus padres le inscribieron con seis años y desde entonces ha pasado por todos los puestos de la hermandad, la más grande de la Semana Santa cacereña con casi 3.000 hermanos. Ahora acaba de ser nombrado mayordomo para los próximos cinco años, cargo que debe todavía ser ratificado por el obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro. Sustituye a Santos Benítez.

-¿Cómo se hizo cofrade?

-Era costumbre en la familia de mi madre, por lo que mis padres me inscribieron cuando solo tenía seis años. Después, cuando he sido más mayor, iba solo a la procesión de la madrugada, siempre he disfrutado mucho.

-Ha estado siempre muy implicado y con puestos de responsabilidad en el Nazareno…

-Sobre todo a partir de la enfermedad que padecía mi padre. Hice una promesa por la que me comprometí a adquirir más compromiso en la cofradía. Entonces entré con César García en la junta de gobierno y desde entonces no he salido de ella.

-¿Cómo decide presentarse a mayordomo?

-Fue un acto de responsabilidad porque, cuando Santos Benítez decide presentarse a la Unión de Cofradías Penitenciales (es el actual presidente), la idea era que los que estábamos en la junta de gobierno, continuáramos. Había dos personas que podían optar a la mayordomía pero al final no pudieron presentarse, por lo que decidí dar el paso y hacerlo yo.

-¿Cómo afronta el cargo?

-Con mucha responsabilidad. Es una ocupación que quita mucho tiempo de tu vida, hay que dedicarle mucho trabajo porque es una cosa muy importante.

-¿Se ha planteado nuevos retos para estos cinco años?

-Abrirnos un poco más a las nuevas tecnologías porque la cofradía en ese sentido está un poco atrasada. Queremos tener una página web actualizada y estar presentes en las redes sociales. Para ello contamos en la junta directiva con una persona experta en informática. También queremos hacer exposiciones para mostrar a la sociedad el fondo documental y fotográfico que tiene la cofradía y que es muy grande.

-¿Ya tiene a su equipo seleccionado?

-Sí, ya hemos tenido incluso alguna reunión. Hemos contado con gente relacionada con la informática, con el área jurídica, con la restauración artístico religiosa e incluso con tesoreros. Pero de momento prefiero no dar nombres hasta que la lista no sea ratificada por el obispo.

-¿Habrá alguna novedad en las procesiones?

-Ya estamos empezando a organizarla. Ya están contratadas las bandas pero, a priori, no hay ninguna novedad destacable.

-¿Con qué se queda de lo que ha vivido desde que era niño en esta cofradía?

-Son muchas las sensaciones. Cuando mi padre se puso enfermo le pedía al Nazareno que cuidara de él. Tengo mucha fe, me he casado en Santiago y mis hijos también se han bautizado ahí. También me quedo con el sentimiento de hermandad cuando estás debajo del paso portando la imagen. Tener la imagen de Jesús en brazos mientras lo estás colocando en la iglesia de Santiago antes de salir es un regalo.