«Este asunto no es de nuestra competencia, al tratarse de una parcela privada». Fue exactamente lo que contestó el Ayuntamiento de Cáceres a una vecina que solicitó hace un mes (le han respondido hace poco más de una semana) el desbroce de un terreno en Nuevo Cáceres. Lo hizo a través del buzón de sugerencias del portal ciudadano, donde explicaba que la superficie, de uso comercial, lleva ya dos años sin limpiarse, por lo que el pasto tiene «más de un metro y medio de altura», lo que supone un riesgo para los incendios en verano.

Se trata, en concreto, de un espacio ubicado en la calle San Petersburgo, que linda con la avenida Juan Pablo II. No es la primera vez que solicitan su intervención: «Ya lo denunciamos el año pasado pero no sirvió de nada, por lo que esperamos que en breve se inste al propietario para que proceda a su limpieza», dijo exactamente esta cacereña en su queja. En cambio el consistorio estima que, ni si quiera eso (exigir al dueño su desbroce) es de su responsabilidad, al ser privado.

Esta respuesta contrasta con el anuncio del actual equipo de gobierno de crear una ordenanza fiscal reguladora para intervenir subsidiariamente en las parcelas privadas, cuyos dueños las mantengan en malas condiciones y sin desbrozar, así como una partida extraordinaria para la limpieza y el mantenimiento de las municipales.