La Asociación de Vecinos Espíritu Santo pasa a la historia del movimiento vecinal. El colectivo, uno de los más antiguos tras haberse constituido en la década de los 70, deja de funcionar ante la imposibilidad de que el último presidente, Benigno Alvarez, pueda formar una junta directiva tras haber presentado su candidatura a la reelección.

Según explicó este portavoz, a los comicios celebrados a principios de este año se presentaron otros candidatos que desistieron al no encontrar tampoco apoyos en el barrio. Ello obligó incluso, añade Alvarez, a plantearse la opción de una junta directiva conjunta, aunque finalmente se desechó esta idea. "Intentamos hacer suficiente fuerza, pero no pudimos. Sólo conseguí juntar a cuatro personas", lamenta el responsable de la asociación. "Ni siquiera los siete miembros de la anterior junta directiva quisieron unirse al proyecto", dijo.

Ante esta situación, el presidente, que había cumplido un mandato de cuatro años, decidió dar de baja a la asociación, un trámite que ya ha iniciado en el ayuntamiento. "Sólo falta entregar las llaves, hacer un inventario y entregar el dinero que nos queda en una cuenta", apuntó.

SIN RESPALDO La desaparición del colectivo vecinal demuestra la falta de compromiso e implicación de los vecinos en la asociación que, según Alvarez, cuenta con 260 socios al corriente de pago. "La gente sólo quiere fiestas y comer", indicó. Espíritu Santo ha quedado fuera este año en el reparto de subvenciones a las asociaciones vecinales.

Alvarez consideró que la pervivencia de la asociación depende de una persona "jubilada y que tenga todo el tiempo del mundo, con una junta directiva para hacer lo que pueda". Asimismo, consideró muy negativo para la barriada la falta de representación que, aseguró, redundará en la paralización de proyectos pendientes como la reforma de la sede vecinal a la que el ayuntamiento ya había dado luz verde. "Va a ser un perjuicio para el barrio porque nadie va a poder reivindicar en el ayuntamiento las necesidades del barrio", afirmó.

El colectivo vecinal había llegado a proponer incluso que se realizara una permuta de los terrenos donde está ubicada la sede por unos locales en las nuevas viviendas que se construyen en la zona del Marco.

A pesar de ello, este portavoz se mostró satisfecho con el trabajo realizado en el barrio, del que destacó el arreglo de calles, pasos de cebra, cambios en la señalización, un parque infantil y la limpieza del Marco. "Lo he vivido como una decepción personal porque he sido el único que ha hecho algo por la barriada en los últimos años", subrayó.