El 50% de los estancos de la provincia de Cáceres, unos 122 locales, estarían avocados al cierre si prosperan los proyectos de ley gubernamentales del Plan de Dinamización de la Economía Española y la Ley de Prevención del Tabaquismo. Así lo valoraron ayer los estanqueros cacereños --245 en la provincia-- reunidos en la capital para celebrar su asamblea anual, en la que eligieron la nueva junta directiva, y la fiesta de los expendedores.

El presidente del colectivo, en funciones desde septiembre y ratificado ayer en el cargo, Jesús Bernal, explicó que el sector teme una importante reducción de las ventas de tabaco con las medidas adoptadas en el plan de dinamización económico, elaborado por el Gobierno de Zapatero para mejorar la competitividad de la economía, algunas sobre el mercado del tabaco.

El sector factura en la provincia alrededor de 115 millones de euros, una cantidad que podría menguar en un 10 o 12% con las legislaciones previstas, según valoró Bernal.

VENTA LEGAL Esta "delicada coyuntura" que atraviesa el sector centró ayer el debate de la asamblea provincial. Los estanqueros criticaron estas medidas legislativas, pidieron diálogo y anunciaron que presentarán al Gobierno estudios sobre las drásticas consecuencias que tendrán, según ellos, en el sector.

Jesús Bernal recordó ayer que los estancos "prestan un servicio público". "Además de vender tabaco --añadió--, expenden sellos, impresos administrativos y certificados llegando, en muchos pueblos, adonde no lo hace la Administración". También insistió en que los estancos se merecen el "mismo respeto y consideración" que cualquier comerciante: "Vendemos un producto legal, no entramos en si el tabaco es bueno o malo".

En este sentido, consideró que el sector "está perfectamente regulado y no da problemas". Por eso aseguró que el plan de dinamización no beneficia a ninguna parte, mientras que lo único que provocará será, según manifestó, oligopolios y un aumento de la venta de tabaco de contrabando, estimado hoy en un 1%.