Expertos solicitan un estudio integral de la muralla antes de que el ayuntamiento la abra al público, tal y como tiene previsto en varios de sus tramos. Esta es la principal conclusión que se extrae del trabajo realizado por el profesor Samuel Márquez y el arquitecto Pedro Gurriarán titulado La muralla almohade de Cáceres: aspectos constructivos, formales y funcionales .

Márquez explicó que es partidario de que se restauren algunas partes de la fortificación, aunque señaló que, como paso previo, habría que hacer un levantamiento completo de la muralla. En este sentido, insistió en que hay tramos en mal estado que deben ser restaurados antes de poder abrirlos al público.

El motivo de llevar a cabo el estudio nació de la falta de trabajos específicos que aborden este tema y de que los que existen eran "incompletos", a juicio de Márquez. Revela algunas novedades como el hecho de que no todo el recinto amurallado rodeaba a la población sino que existían partes al tránsito de tropas. "Cáceres era como el Cimov. Una ciudad campamento de escaso peso administrativo a finales del siglo XII", subrayó.

Otro aspecto destacado es que la muralla cacereña cuenta con más torres albarranas --las separadas y unidas por un lienzo-- que ninguna otra con las que los autores han realizado una comparativa, como en los casos de la onubense de Niebla, Sevilla, Jerez, Ecija y las extremeñas de Trujillo, Badajoz y Mérida.

Los dos investigadores han empleado más de dos años en hacer este estudio que fue publicado por la revista especializada de la Universidad de Jaén Arqueología y territorio medieval . Según Márquez, el trabajo se centra sólo en la etapa almohade "que es cuando toma su forma", aunque en la construcción del recinto también intervinieron los musulmanes y los romanos.

UTILIDAD DOBLE

El estudio añade que la utilidad de la muralla de Cáceres no sólo era defensiva sino también ofensiva como último punto en una ruta militar para atacar territorio leoneses. Asimismo, los autores del trabajo han descubierto valores artísticos destacables en la muralla como varias inscripciones almohades en la torre de los Pozos que sólo pueden ser vistas en determinadas épocas del año.

Por otro lado, Samuel Márquez manifiesta que "los almohades tenían una forma muy homogénea de construir" y destaca que "Cáceres cuenta con un potencial monumental que no ha sido explotado. La muralla almohade es muy interesante, aunque en alguno de sus tramos tiene casas adosadas que impiden su contemplación al completo".